Atentado a un congresista reaviva el debate por la seguridad política en Colombia

El podcast Noticias de América de Radio Francia Internacional informó que el congresista Julio César Triana sobrevivió a un atentado armado en una zona del sur de Colombia dominada por disidencias de las FARC, lo que volvió a encender las alarmas sobre la violencia política en ese país. El hecho ocurrió el mismo día del funeral del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, víctima de un magnicidio que conmocionó a la nación.

Triana, representante del Partido Cambio Radical por Huila y crítico del gobierno de Gustavo Petro, denunció que su comitiva fue atacada con pistola y fusil. Tras el ataque, el legislador fue evacuado en helicóptero del Ejército Nacional, escoltado por la Fuerza Aérea, en un operativo de emergencia que evitó un desenlace fatal.

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El politólogo Pedro Víveres recordó que la violencia política en Colombia no es un fenómeno nuevo. “En los años 80 y 90 mataron tres candidatos presidenciales y eso llevó a que los presidentes de turno desplegaran protección especial”, señaló, citando el caso de la elección de César Gaviria en 1990, marcada por la ausencia de campaña territorial debido al riesgo.

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Para el analista, “lo que tiene que hacer el Gobierno es proteger, sobre todo, a los candidatos de oposición”, ya que la pluralidad política es esencial en cualquier democracia. Advirtió que, sin medidas contundentes, tanto el oficialismo como la oposición quedarán expuestos a un contexto de riesgo extremo.

El presidente Petro sostiene su política de “Paz Total”, orientada a dialogar con todos los grupos armados, pero las cifras de violencia siguen en niveles alarmantes, con episodios que evidencian la fragilidad de la seguridad política y ciudadana.

El consultor en seguridad Iván Carvajal explicó que la demanda de protección supera la capacidad del Estado, que invierte grandes sumas en vehículos blindados, escoltas y combustible, sin lograr cubrir todas las necesidades. Según dijo, el alto nivel de riesgo hace insuficiente cualquier esquema actual.

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Carvajal subrayó otro punto crítico: “En Colombia se asesina un líder social y un defensor de derechos humanos a diario”, con múltiples actores armados como responsables. A su juicio, la estrategia oficial de paz total fracasó en reducir la violencia y proteger a quienes están en la primera línea de la política y la defensa de derechos.

Datos de Indepaz indican que, entre 2016 y 2024, al menos 74 candidatos a cargos de elección popular fueron asesinados, lo que refuerza la urgencia de replantear la política de protección a figuras públicas y líderes sociales en Colombia.

La secuencia de atentados y homicidios recientes vuelve a colocar a la seguridad política como un tema prioritario en la agenda nacional, mientras sectores académicos y de la sociedad civil exigen medidas inmediatas para evitar que la violencia siga condicionando la democracia.

Material publicado por gentileza Radio Francia Internacional