

La violencia de género, en su forma más cruel. El pasado domingo, en la ciudad de Ushuaia, un nuevo capítulo de abuso terminó en un violento ataque en plena vía pública.


Kevin Ortiz, un hombre con antecedentes de violencia de género, persiguió a su expareja, la interceptó en su vehículo y, en un momento de furia, le mordió el rostro, provocándole graves heridas y desfiguración parcial.
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El agresor no mostró piedad. Tras detener su auto, descendió y se abalanzó sobre la mujer, sin que nadie lograra intervenir. La escena fue captada por una cámara de seguridad y rápidamente se convirtió en noticia.
Los gritos de la víctima alertaron a algunos vecinos, pero lamentablemente ninguno intervino para detener al atacante, un hecho que, según fuentes policiales, subraya la importancia de la "detención ciudadana" en situaciones tan extremas.
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La situación terminó con la detención de Ortiz, horas después del ataque. La Policía confirmó que tanto él como la víctima tenían un historial de denuncias previas por violencia de género. En su momento, el hombre había tenido una prohibición de acercamiento, incluso con tobillera electrónica, pero esto no impidió el ataque.
Mientras Ortiz espera su condena, la mujer se encuentra recibiendo atención médica por las graves lesiones sufridas. Este nuevo caso de violencia de género vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de una acción más firme por parte de las autoridades y la comunidad en general para detener la espiral de violencia que afecta a tantas mujeres en el país.
Fuente: U24

















