

Con una entrega total y momentos de juego colectivo muy destacados, Los Pumas cayeron 41-24 frente a los All Blacks en el debut del Rugby Championship. El encuentro se disputó en un estadio Mario Alberto Kempes colmado, con más de 45 mil personas que no pararon de alentar. Pese al resultado adverso, el público reconoció la entrega de un equipo que dejó todo ante una de las potencias más imponentes del rugby mundial.


Desde el inicio del partido, el conjunto neozelandés mostró su jerarquía con acciones rápidas y una efectividad notable. Los Pumas cometieron penales innecesarios y mostraron debilidades en la obtención, especialmente en el line-out. Esa diferencia en las formaciones fijas se tradujo en puntos y una ventaja parcial que complicó al equipo argentino.
Durante los primeros 40 minutos, Nueva Zelanda dominó con inteligencia táctica, velocidad de traslado y potencia física. La defensa albiceleste intentó frenar los embates, pero no logró sostener el ritmo. Los tries visitantes llegaron en momentos clave y marcaron el rumbo del encuentro.
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En el complemento, Los Pumas salieron decididos a cambiar la historia y lo lograron durante varios minutos. Con dos tries en pocos minutos y un parcial de 14-0, el equipo argentino hizo vibrar a todo el Kempes. Ese tramo fue el más alto del seleccionado, que jugó con una agresividad ordenada y gran precisión en ataque.
La ilusión de una remontada creció con cada metro ganado. Los forwards nacionales empujaron con fiereza, y los backs encontraron espacios. Sin embargo, la resistencia neozelandesa se sostuvo con firmeza y experiencia.
Cuando el partido parecía nivelarse, los All Blacks respondieron con su sello: control, contundencia y dominio físico. Volvieron a imponer condiciones en las formaciones y aprovecharon cada error para sumar. La diferencia volvió a ampliarse y el cierre ya no ofreció margen para la reacción argentina.
Los Pumas siguieron intentando hasta el final. Nunca bajaron los brazos y mantuvieron el espíritu competitivo. El público los premió con una ovación que retumbó en Córdoba.
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Felipe Contepomi destacó el esfuerzo colectivo y señaló lo que queda por mejorar. “Nos costó sostener la intensidad, pero hubo pasajes muy buenos que debemos repetir”, expresó el entrenador. La disciplina y el orden serán ejes para lo que viene.
Más allá de la derrota, el seleccionado argentino mostró pasajes alentadores y un carácter competitivo que ilusiona. El próximo compromiso será vital para continuar con este crecimiento. Los Pumas saben que en este torneo cada detalle tiene impacto.
Con un estadio encendido, una entrega notable y momentos de gran juego, Los Pumas mostraron que pueden competir ante los mejores. Aunque el resultado no fue el esperado, el equipo se llevó el reconocimiento del público. Ahora queda trabajar y seguir adelante con la frente en alto.

















