
El nuevo mapa minero argentino: inversiones millonarias y el poder del litio en la Cordillera
Actualidad20/08/2025
Sergio Bustos
La minería argentina se consolida como un eje estratégico con inversiones millonarias y fuerte presencia internacional. El último relevamiento del SIACAM, actualizado al 29 de abril de 2025, confirma que el país cuenta con 24 proyectos de producción en marcha.


La actividad se concentra en la Cordillera de los Andes, con Santa Cruz, San Juan, Salta y Catamarca como principales polos. Allí se combinan capitales locales y extranjeros en la explotación de oro, plata, litio y cobre.
En Santa Cruz, Patagonian Gold, Pan American Silver y Newmont Goldcorp sostienen una docena de operaciones que refuerzan el peso del oro y la plata. La provincia se convirtió en un verdadero hub de minería metalífera.
El impulso más dinámico surge del litio, mineral estratégico para la transición energética. Catamarca y Salta concentran grandes proyectos en manos de Río Tinto y YMAD.
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“El Triángulo del Litio argentino es hoy un imán para el capital extranjero”, destacan los informes oficiales. Jujuy, Catamarca y Salta son parte de esta región clave para la fabricación de baterías.
La presencia de POSCO Holdings en Sal de Oro (Catamarca-Salta) ratifica la integración del país en cadenas globales de valor. La compañía surcoreana se suma a otros gigantes que ya operan en la región.
En paralelo, Jujuy suma peso con un proyecto de cobre encabezado por minera Exar. La diversificación entre metales preciosos e industriales fortalece la estabilidad del sector frente a la volatilidad internacional.
El mapa minero también refleja un perfil mixto de control. Predominan capitales privados, pero conviven empresas estatales y mixtas como YMAD y Fomicruz.
Este esquema busca garantizar beneficios regionales y mayor participación de las provincias en los recursos. El equilibrio entre capital privado y estatal aparece como un rasgo distintivo del modelo argentino.
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La diversidad de minerales extraídos incluye además plomo y zinc. Ese abanico de recursos refuerza la robustez de la base productiva y permite amortiguar cambios en los precios globales.
“La presencia de gigantes como Newmont, Barrick y Rio Tinto confirma que Argentina está en el centro del debate sobre la transición energética”, remarcan los especialistas.
El crecimiento del litio, en particular, posiciona al país en un lugar estratégico frente a la demanda mundial de baterías. Las inversiones apuntan a abastecer un mercado en expansión acelerada.
Los proyectos en curso revelan también la dimensión geopolítica del sector. La competencia por asegurar el suministro de minerales críticos se traslada a la región andina.
Para analistas e inversores, el monitoreo constante de estas operaciones es esencial para proyectar el rumbo de la economía nacional y el flujo de capitales en el mercado global.
La minería argentina se afianza como un espacio de disputa internacional, donde recursos, actores y territorios se entrelazan en un esquema de creciente complejidad.
















