

Investigadores argentinos lograron captar imágenes inéditas de los fondos marinos en aguas profundas, un avance científico que sorprendió a la comunidad académica y al público en general. El trabajo fue realizado por el Grupo GEMPA, que lleva más de una década dedicado al estudio de ambientes submarinos.


“Lo que vieron es el resultado de diez años de trabajo con más de 60 publicaciones científicas”, explicó uno de los referentes del equipo en conferencia de Prensa. La novedad no estuvo en la tarea en sí, sino en la calidad de las imágenes obtenidas mediante un robot submarino y en la posibilidad de transmitirlas en vivo, lo que generó una gran repercusión social.
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Los especialistas remarcaron que el auge de interés público coincide con el contexto actual de discusión sobre el futuro del CONICET y las universidades públicas. En ese sentido, subrayaron que estos hallazgos son una muestra del aporte que realizan las instituciones científicas del país pese a los limitados recursos disponibles.
El grupo detalló que cuenta con 200 horas de filmación para analizar desde una perspectiva ecológica, además de muestras que permitirán describir nuevas especies y comprender cómo se organizan las comunidades en los cañones submarinos. “Tenemos trabajo para al menos diez años más, pero necesitamos continuidad en los fondos”, advirtieron.
En los inicios, las investigaciones se realizaban con redes y rastras, lo que permitía recuperar fauna del fondo marino, aunque sin conocer la disposición natural de las especies. “Ahora, con las filmaciones, podemos ver cómo están organizadas en su ambiente”, señalaron, destacando el salto cualitativo que aporta la tecnología.
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Sin embargo, Argentina no cuenta con robots submarinos de ese nivel. “Si no se invierte, debemos volver a métodos tradicionales, salvo que se logre articular apoyo local con equipos más modestos”, alertaron los científicos. El proyecto se concretó gracias a la colaboración internacional y al antecedente de campañas previas del CONICET.
La transmisión en vivo fue otro de los aspectos destacados, ya que permitió que miles de personas siguieran el trabajo en tiempo real. “La gente pasó de preguntar cuánto duerme un pez a consultas sobre ecología y evolución”, describieron, remarcando el valor pedagógico de la experiencia.
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El hallazgo también posiciona a Argentina en la agenda internacional de investigaciones en aguas profundas. “Nos potenciamos como grupo científico y el país se muestra interesado en la ciencia marina”, expresaron los integrantes del equipo, que ven en esta repercusión una oportunidad para exigir mayor inversión estatal.
Finalmente, los investigadores advirtieron que varios jóvenes que participaron en la expedición están en situación de incertidumbre laboral. “Había becarios sin continuidad asegurada y colegas que dependen de subsidios internacionales porque en Argentina no reciben apoyo”, denunciaron. La continuidad de este tipo de proyectos, aseguraron, dependerá de que se fortalezcan los programas científicos nacionales.


















