Exploración argentina reveló 40 especies inéditas en el Cañón submarino de Mar del Plata

Durante 21 días, un equipo argentino exploró uno de los rincones menos conocidos del Atlántico. El Conicet confirmó el descubrimiento de 40 nuevas especies en el Cañón submarino de Mar del Plata, un área ubicada a casi 4.000 metros de profundidad.

La expedición se llevó a cabo a bordo del buque R/V Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute. La campaña utilizó el vehículo submarino ROV SuBastian, capaz de transmitir imágenes en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el ecosistema.

El operativo despertó un interés mundial inesperado. Casi 18 millones de personas siguieron en vivo la misión por YouTube y Twitch, lo que convirtió a la investigación en un fenómeno de divulgación científica. La cifra representa un récord absoluto: el promedio global en este tipo de expediciones suele rondar apenas 4 mil visualizaciones.

Entre los hallazgos más destacados se encuentran arrecifes de coral a más de 1.000 metros de profundidad y un extenso campo de coral blando rojo a 1.500 metros. A ellos se suman anémonas, erizos, caracoles, pepinos de mar y crinoideos, todos organismos hasta ahora desconocidos por la ciencia.

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El jefe de la misión, Daniel Lauretta, explicó que “ahora viene una etapa de trabajo de laboratorio y de computadora. Reconocer y describir las especies nuevas puede llevar meses o incluso años”. El proceso incluye comparar cada muestra con registros existentes y revisar la bibliografía internacional.

Además de la biodiversidad, los científicos recolectaron información sobre microplásticos y carbono azul, dos indicadores ambientales de enorme relevancia. Los primeros resultados se conocerán dentro de seis meses, pero el análisis de las más de 200 horas de filmación demandará un tiempo mayor.

El Cañón de Mar del Plata es considerado una zona estratégica. Se trata de una región de gran valor ecológico que aún presenta sectores poco estudiados. Los datos obtenidos permitirán diseñar políticas de conservación y fortalecer el manejo sostenible de los recursos marinos, destacaron desde el Conicet.

El impacto de la expedición no se limitó al terreno científico. También marcó un antes y un después en la relación entre ciencia y sociedad. “Fue la primera vez que una campaña científica argentina se transmitió en vivo”, remarcaron los investigadores, quienes subrayaron la importancia de acercar la ciencia al público masivo.

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Para la comunidad internacional, el hallazgo refuerza la necesidad de ampliar las misiones en aguas profundas. El océano Atlántico guarda ecosistemas poco explorados que pueden aportar respuestas sobre la evolución de la vida y el equilibrio del planeta.

Los especialistas advierten que proteger estas zonas es tan importante como explorarlas. Las especies descubiertas revelan la riqueza oculta de los mares argentinos, pero también ponen en evidencia la vulnerabilidad de los ambientes frente a la contaminación y el cambio climático.

Con este hito, la ciencia argentina sumó un capítulo que quedará en la historia. El descubrimiento no solo amplía el conocimiento sobre la biodiversidad, sino que también abre nuevas preguntas sobre los ecosistemas submarinos y su papel en el futuro ambiental del planeta.