Australia se moviliza por Palestina y anuncia su reconocimiento en la ONU
Actualidad25/08/2025
Sergio Bustos
Las movilizaciones fueron multitudinarias.
Las calles de Australia se tiñeron de verde, blanco, negro y rojo. Decenas de miles de personas participaron este domingo en marchas por Palestina, en una jornada que combinó protesta social y respaldo a la decisión oficial del Gobierno de Anthony Albanese.
El Grupo de Acción Palestina estimó 100.000 manifestantes en Sídney y Melbourne, mientras que en Brisbane calculó 50.000. La Policía de Queensland, en cambio, habló de apenas 10.000 y puso en duda los números difundidos por la organización.
En Brisbane estaba previsto un recorrido por el puente Story, símbolo de la ciudad, pero un tribunal bloqueó la autorización con el argumento de “riesgo real y significativo” para la seguridad. El itinerario se modificó a último momento, aunque la protesta mantuvo su masividad.
El trasfondo político es evidente. El primer ministro Anthony Albanese anunció que Australia reconocerá al Estado palestino durante la Asamblea de la ONU de septiembre. La medida lo ubica junto a países como Francia y Reino Unido, que ya hicieron lo propio.
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“La solución de dos Estados es la mejor esperanza de la humanidad para romper el ciclo de violencia en Oriente Medio y poner fin al sufrimiento en Gaza”, afirmó Albanese en conferencia de prensa.
La respuesta desde Israel no tardó. El presidente Isaac Herzog advirtió: “Es un grave y peligroso error. Estas declaraciones son una recompensa al terrorismo y no van a ayudar a ningún palestino”, señaló en rechazo al anuncio australiano.
El conflicto en Medio Oriente aporta su propia crudeza. Un informe de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria confirmó por primera vez que hay hambruna en la gobernación de Gaza, la zona más poblada del enclave.
Desde el 7 de octubre de 2023, la guerra entre Israel y Hamás dejó miles de muertos y un escenario humanitario devastador. La falta de alimentos, agua y medicinas convierte a Gaza en un territorio colapsado.
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En Australia, la comunidad palestina celebró la decisión del Gobierno y se movilizó en masa. “Este es un paso histórico. Nuestro pueblo necesita reconocimiento y justicia”, expresaron los organizadores de la marcha.
El contraste con la reacción israelí refleja la tensión diplomática que se trasladará a Nueva York. Allí, en septiembre, cada voto contará para medir hasta dónde se expande el reconocimiento internacional del Estado palestino.
Las marchas también mostraron un fuerte componente juvenil. En las calles hubo familias enteras, estudiantes y grupos de derechos humanos que vincularon la causa palestina con la defensa de los refugiados y la denuncia de los crímenes de guerra.
El Gobierno de Albanese, de centroizquierda, se juega parte de su capital político en este gesto internacional. Sus críticos internos lo acusan de arriesgar relaciones estratégicas, mientras que sus defensores sostienen que se trata de una medida ética y necesaria.
Australia, habitualmente alineada con Occidente, busca un rol más activo en los foros multilaterales. El reconocimiento a Palestina se inscribe en ese giro, que marca distancia con la posición de Estados Unidos e Israel.
Con las marchas del domingo, el mensaje quedó claro: una parte importante de la sociedad australiana exige que el Gobierno avance en septiembre sin retrocesos.
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