

Un insólito robo ocurrió este martes en Comodoro Rivadavia. A plena luz del día, dos hombres entraron a un mayorista de frutas, el "Depósito Videma", sin mayor premeditación. El establecimiento, conocido en la zona, parecía ser el escenario perfecto para un robo que, en lugar de objetos de valor, tuvo como botín productos tan cotidianos como bananas, naranjas y melones.


El valor estimado de lo robado ronda los 10 mil pesos, una suma que resulta bastante baja si se compara con otros delitos. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la rapidez con la que se desarrollaron los hechos.
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La acción fue interceptada por personal de Gendarmería Nacional, que realizaba tareas preventivas en conjunto con la policía local. Uno de los ladrones fue detenido a solo unos metros del lugar del robo. La mujer encargada del comercio salió rápidamente a alertar sobre lo sucedido, haciendo todo lo posible para evitar que los delincuentes pudieran escapar con la mercadería.

El rápido accionar de las fuerzas de seguridad permitió dar con los responsables en cuestión de minutos, evitando que la situación se escapara de control. Mientras tanto, la damnificada comentó que los ladrones se habían llevado una variedad de frutas, un robo que no solo sorprendió por la naturaleza del botín, sino también por la agilidad con la que lograron escapar del lugar antes de ser interceptados.
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Este insólito suceso es un claro ejemplo de cómo, incluso en los robos más inesperados, la eficiencia de las fuerzas de seguridad marca la diferencia. En este caso, gracias a la coordinación entre Gendarmería y la policía local, se logró una rápida resolución, aunque con un toque de ironía: ¿quién pensaría que unas bananas serían el centro de una persecución?

















