El dólar oficial marcó un nuevo récord y quedó a menos de 4% del techo de la banda
Actualidad09/09/2025
REDACCIÓN
Compra de dólares
El dólar oficial volvió a mostrar presión alcista este martes y alcanzó un nuevo récord en el mercado mayorista, en medio de la incertidumbre política y financiera que desató la derrota de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires. La divisa cerró en $1.416,5 para la venta, quedando a solo 3,8% del techo de la banda de flotación, en una rueda que operó sin intervención del Banco Central.
El mercado reaccionó con pesimismo al revés electoral del oficialismo frente a Fuerza Patria, lo que se tradujo en presión sobre el tipo de cambio y en dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario vigente. Según fuentes financieras, el volumen operado en el segmento de contado alcanzó los u$s402,2 millones, en una jornada de relativa calma pero marcada por expectativas crecientes sobre los próximos pasos de la política económica.
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En el Banco Nación, el dólar minorista cerró a $1.375 para la compra y $1.425 para la venta, mientras que en el promedio de entidades que releva el BCRA se ubicó en $1.432,84 para la venta. En tanto, el dólar turista o tarjeta, que incluye el recargo del 30% deducible de Ganancias, trepó a $1.852,5.
El paralelo también mostró movimientos. El dólar blue cerró en $1.385 en las cuevas de la city, mientras que los tipos de cambio financieros operaron en baja: el MEP cerró en $1.430,74 y el Contado con Liquidación (CCL) en $1.437,40, con brechas de apenas 1% y 1,5% respectivamente frente al mayorista.
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En el mercado de futuros, los contratos operaron en alza y reflejaron un escenario de mayor inestabilidad a mediano plazo. Las cotizaciones descuentan que el tipo de cambio mayorista cerrará septiembre en torno a $1.446 y alcanzará los $1.600 en diciembre, un valor que superaría el techo de la actual banda de flotación. En total, se negociaron unos u$s1.436 millones en la jornada.
La presión sobre el dólar llega en un contexto en el que analistas prevén una aceleración inflacionaria para septiembre, alimentada por la volatilidad cambiaria y la pérdida de confianza de los inversores tras los resultados electorales. La incógnita ahora pasa por la reacción del Gobierno, que busca sostener el ancla fiscal y la disciplina monetaria en un escenario cada vez más desafiante.
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