Argentina dejará de vacunar contra la aftosa desde 2026 y crece la polémica en el sector ganadero

El ministro de Economía Luis Caputo confirmó que a partir de 2026 Argentina dejará de vacunar contra la aftosa a vaquillonas, novillos y novillitos. El anuncio, realizado en su cuenta de X, generó inmediatas reacciones en el ámbito ganadero.

“La medida implicará un ahorro cercano a 22 millones de dólares y la reducción de 14 millones de dosis”, sostuvo el funcionario, quien aseguró que la sanidad animal no estará en riesgo porque los bovinos ya cuentan con la inmunidad necesaria.

Caputo agregó que los feedlots estarán exceptuados de la primera campaña de vacunación, lo que permitirá ahorrar otros 3 millones de dólares y reducir 2 millones de dosis adicionales.

La medida será publicada en el Boletín Oficial y marcará un cambio histórico en la política sanitaria del rodeo argentino, que desde hace décadas mantiene campañas regulares para sostener el estatus sanitario internacional.

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El Gobierno plantea que dejar de vacunar permitirá bajar costos a los productores, mejorar la competitividad y reforzar la imagen del país como libre de aftosa sin vacunación.

Sin embargo, especialistas y referentes rurales advierten que la decisión puede poner en riesgo la reputación sanitaria del país y las exportaciones de carne si no se acompaña con controles estrictos.

En el sector, muchos recuerdan la crisis de los años 2000, cuando brotes de aftosa provocaron cierres de mercados internacionales y pérdidas millonarias. Ese antecedente todavía pesa en la memoria de los productores y consumidores.

Las dudas también pasan por el impacto que puede tener esta resolución en los países compradores, especialmente en los mercados más exigentes, que suelen monitorear de cerca los programas de sanidad animal.

Productores de provincias ganaderas ya manifestaron su inquietud. Temen que el retiro de la vacunación derive en restricciones comerciales, especialmente en la Unión Europea y en Asia, donde se exige máxima garantía sanitaria.

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Organizaciones veterinarias y rurales reclaman mayor información técnica y explicaciones oficiales sobre cómo se garantizará que la medida no derive en riesgos epidemiológicos.

Caputo insiste en que la decisión se enmarca en una política de eficiencia y ahorro. “Esto generará un alivio para la producción ganadera de aproximadamente 25 millones de dólares”, aseguró.

El debate también se traslada a la política. Sectores opositores cuestionan que el anuncio se hizo sin consenso con las provincias y sin un plan de contingencia para enfrentar un eventual brote.

La polémica ya está instalada: mientras el Gobierno defiende el ahorro y la inmunidad lograda en el rodeo, productores y expertos temen que una decisión apresurada pueda comprometer la seguridad sanitaria del país.