

El alivio llegó después de días de angustia. Juan Cruz Zanaboni, instructor de buceo de 36 años, recibió el alta médica en Bahamas tras sufrir un accidente durante una práctica de apnea.


El hecho ocurrió el sábado pasado en Freeport, cuando Zanaboni se desvaneció bajo el agua en medio de una capacitación. Fue asistido de inmediato y permaneció internado varios días.
Su hermana, Julieta Zanaboni, fue la encargada de dar la noticia. “En el día de ayer Juan Cruz tuvo el alta médica. Su edad, su buen estado físico, el amor y los rezos de todos los que lo quieren ayudaron de manera fundamental para que esto sucediera”, expresó.
La familia explicó que regresará a Argentina sin escolta médica y que continuará con controles periódicos para garantizar una recuperación completa.
OTRAS NOTICIAS
Julieta, que viajó a México para acompañar el proceso, compartió un mensaje cargado de emoción. “Estamos todos muy movilizados. Llegué con angustia y hoy mi corazón estalla de felicidad. No nos va a alcanzar la vida para agradecer tanto apoyo”, afirmó.
Los médicos que lo trataron en Freeport destacaron su rápida evolución. Según el testimonio familiar, los profesionales reconocieron que más allá de la medicina hubo “algo más” que acompañó su recuperación.
El instructor, oriundo de Temperley y formado en Puerto Madryn, es reconocido en el ámbito del buceo por su experiencia en técnicas de apnea y capacitación de nuevos buzos.
Amigos, colegas y alumnos manifestaron su alegría en redes sociales. Desde Puerto Madryn, varios centros de buceo celebraron la noticia del alta y enviaron mensajes de apoyo para su regreso.
La familia destacó la solidaridad recibida en estos días. Mensajes de aliento llegaron desde distintas partes del país e incluso de otros lugares del mundo.
OTRAS NOTICIAS
“No sólo fue la medicina. Estoy segura de que fue mi querido viejito que nunca le soltó la mano”, escribió Julieta en referencia a su padre, en un mensaje que conmovió a quienes siguieron la evolución del instructor.
Zanaboni deberá someterse a controles en Argentina, pero su entorno confía en que podrá retomar su actividad de manera progresiva.
La historia de su recuperación se convirtió en un símbolo de esperanza dentro de la comunidad de buceo, que lo acompañó en cada etapa con cadenas de oración y gestos de apoyo.
El regreso a casa marcará el cierre de un capítulo difícil, pero también el inicio de un proceso de recuperación que todos esperan sea definitivo.

















