Boom inmobiliario en la costa rionegrina por el avance energético de Vaca Muerta
Actualidad18/09/2025
Sergio Bustos
Las Grutas.
La costa atlántica de Río Negro atraviesa un fenómeno inesperado. El mercado inmobiliario local se recalienta por la combinación del Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS) y los proyectos de exportación de GNL. El flujo de inversiones energéticas está transformando el perfil económico de Las Grutas y San Antonio Oeste.
En Las Grutas, donde el turismo dominaba la escena, la presencia de trabajadores cambió la postal. Cientos de operarios de Techint-Sacde, encargados del tendido del VMOS, ocupan viviendas y saturan la oferta de alquileres temporarios. Esto disparó además el interés por la compra de inmuebles.
La reactivación es visible en cada esquina. Los carteles de “alquilado” y “vendido” se multiplican, y los precios muestran una curva ascendente que no se detiene. La demanda supera ampliamente a la oferta disponible.
El intendente de San Antonio Oeste, Adrián Casadei, confirmó que la tendencia llegó para quedarse. “Hay una fuerte demanda de lotes para proyectos comerciales, en especial de inversores del Alto Valle”, expresó. Frente a este escenario, el municipio proyecta generar nuevos espacios sobre la Ruta 2, cerca del aeroclub, para absorber la expansión.
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La explicación no se limita al VMOS. La región está en el centro de un mapa energético más amplio. El oleoducto avanza con caños y tanques en Punta Colorada, mientras que los proyectos de GNL suman barcos licuefactores y nuevas plantas. El Hilli Episeyo se prepara en Fuerte Argentino y el MK II será discutido en audiencia pública la próxima semana.
A largo plazo, se esperan más buques ligados a YPF con Shell y la italiana ENI. Estos planes, con horizonte hasta 2031, consolidan al puerto de San Antonio Este como epicentro logístico para la energía argentina.
Desde el sector privado, la percepción es idéntica. “Hemos vendido mucho stock y hoy no hay demasiados inmuebles a la venta. Los inversores buscan casas de categoría y la demanda va a crecer”, dijo Ignacio Iturrioz, socio de la inmobiliaria Viento Sur.
Los ejemplos sobran. Un vecino de General Roca que llevaba tres años sin vender su casa en Las Grutas recibió cuatro ofertas en apenas dos semanas. Ese dato, anecdótico pero revelador, muestra la fuerza del fenómeno.
La presión sobre la infraestructura urbana obliga a planificar con rapidez. El municipio ya puso en marcha un nuevo plan director de agua. “Se hará toda la planta potabilizadora nueva. Con un mayor caudal, el agua irá a un tanque en el cerro Banderita y desde allí se distribuirá en toda la localidad. Es una obra muy importante”, explicó Casadei.
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El impacto también se siente en el comercio. Restaurantes, supermercados y pequeños proveedores registran un incremento de consumo gracias al arribo de trabajadores y técnicos. La cadena de valor se extiende mucho más allá de la energía.
Las cámaras empresarias de la zona reconocen que el movimiento energético abre un ciclo diferente. No solo trae empleo directo, sino que empuja actividades ligadas a servicios, logística y construcción.
La transformación es tan rápida que vecinos y autoridades discuten cómo preservar la identidad turística de Las Grutas en paralelo al crecimiento. El equilibrio entre las actividades tradicionales y la nueva economía será un tema central en los próximos años.
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