

El hallazgo se produjo en la localidad de Pozo Azul, cuando efectivos de la Sección “San Pedro”, dependiente del Escuadrón 12 “Bernardo de Irigoyen”, detectaron el tránsito sospechoso de vehículos en caravana. La situación derivó en un patrullaje preventivo que culminó con un importante secuestro.


Durante la recorrida, los uniformados encontraron un automóvil Chevrolet Prisma y un furgón Peugeot Boxer detenidos sobre la banquina. Ambos rodados estaban abandonados y presentaban patentes apócrifas, lo que reforzó las sospechas de que eran utilizados para actividades ilegales.

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Al inspeccionar el interior de los vehículos, los gendarmes confirmaron lo que intuían: había un cargamento compuesto por 50.000 atados de cigarrillos de origen extranjero, sin documentación que acreditara su legal ingreso al país.
El procedimiento fue informado de inmediato al Juzgado Federal y a la Fiscalía Federal de Eldorado, que dispusieron el secuestro tanto de la mercadería como de los rodados. Las actuaciones se enmarcaron en la Ley 22.415 del Código Aduanero, que sanciona el contrabando y la tenencia de mercadería sin aval legal.

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Según se indicó, los cigarrillos incautados representan un valor económico elevado, además de constituir una práctica que atenta contra la recaudación fiscal y la competencia comercial. Las fuerzas federales remarcaron que este tipo de operativos buscan reducir el contrabando en la zona de frontera.
Fuentes de la investigación no descartaron que existan más personas involucradas, ya que los vehículos circulaban en caravana antes de ser abandonados. Se procura determinar la red de traslado y destino de los cigarrillos, lo que podría abrir nuevas causas judiciales.

















