Vaca Muerta proyecta 240 mil empleos y 130 mil km de ductos hacia 2040
Actualidad19/09/2025
Sergio Bustos
Trabajadores de YPF.
El Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) difundió un estudio que traza el futuro de Vaca Muerta hacia 2040. La proyección estima una demanda monumental de insumos, infraestructura y mano de obra.
El informe, titulado “Cadena de Valor para el Desarrollo de Vaca Muerta: Análisis y Proyección de los Insumos y Servicios Requeridos”, plantea cifras que dimensionan la magnitud del proceso.
Entre 180 y 240 mil trabajadores serán movilizados en los próximos 15 años, con picos de hasta 43 mil empleos directos en un solo año.
La obra pública y privada asociada será de escala mundial. El escenario más exigente prevé 130 mil kilómetros de ductos, una red equivalente a dar tres vueltas al planeta.
En un solo año, la actividad podría requerir de 10 a 12 mil kilómetros de caños, una distancia comparable a unir Buenos Aires con Berlín.
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La expansión incluye caminos, plantas de tratamiento y baterías de producción. El cálculo indica entre 1,7 y 2,2 millones de metros cúbicos de hormigón.
El impacto logístico también es inmenso. Entre 7 y 9 millones de viajes de camión se realizarán entre 2025 y 2040, con hasta 11 mil rodados circulando en simultáneo en los años de mayor actividad.
De ese total, más de 6 millones de viajes corresponderán al transporte de arena utilizada en fractura hidráulica.
El consumo de gasoil acompañará el ritmo: 850 mil metros cúbicos por año en el pico de actividad, con un acumulado cercano a los 10 millones en todo el período.
El informe destaca la necesidad de una fuerza laboral altamente especializada. La industria requerirá ingenieros, técnicos y operarios capacitados en perforación, fractura, logística y construcción.
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El efecto multiplicador es notable. Por cada trabajador directo se generan seis empleos adicionales en actividades vinculadas, desde metalmecánica hasta servicios de transporte.
El IAPG construyó tres escenarios de proyección. El bajo, asociado a crisis y menor inversión. El medio, visto como el más probable, que supone una expansión sostenida. Y el alto, con inversiones récord y mayor integración a los mercados externos.
En cualquiera de los escenarios, la conclusión es la misma: Vaca Muerta será un motor de transformación económica y social para la Argentina.
La magnitud de los requerimientos plantea la urgencia de articular grandes compañías internacionales con pymes locales para consolidar un entramado industrial competitivo.
“Se trata de una oportunidad única para la seguridad energética y las exportaciones”, subraya el informe, aunque advierte sobre la necesidad de infraestructura adecuada y formación de capital humano.
El futuro de la cuenca neuquina, según el estudio, dependerá de la capacidad del país para sostener la inversión, garantizar la logística y acompañar con políticas que potencien la competitividad.
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