Cruceros a toda máquina hacia la revolución verde de los mares

Actualidad24/09/2025Sergio BustosSergio Bustos
motores cruceros
Nuevos motores ecológicos.

La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros presentó su informe 2025 y confirmó un cambio histórico en la manera de navegar. “Las líneas de cruceros están invirtiendo decenas de miles de millones de dólares en la flota del futuro”, destacó Bud Darr, director ejecutivo de CLIA.

Hoy la industria concentra 310 barcos y más de 637 mil camas, con una proyección que se extiende hasta 2036. En esa fecha se sumarán al menos 80 nuevas embarcaciones equipadas con tecnologías limpias desde el inicio.

Uno de los ejes centrales es la incorporación de motores de combustible flexible. En 2018 había un solo barco con esta innovación; hoy son 19 y llegarán a 23 antes de fin de año. El próximo paso será el primer crucero tri-combustible, preparado para operar con metanol, GNL y biocombustibles.

El avance no se limita a los motores. El sistema OPS, que permite a los barcos conectarse a la red eléctrica en puerto y apagar sus motores, crece con fuerza. En 2018 apenas funcionaba en 55 barcos; para 2025 serán 166. La transición, sin embargo, depende de la infraestructura portuaria. Solo 41 puertos del mundo cuentan con esta tecnología y Europa lleva la delantera gracias a la normativa “Fit for 55”, que exigirá su instalación antes de 2030.


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Las políticas ambientales europeas empujan a las navieras a invertir con rapidez. Mientras tanto, otras regiones buscan financiamiento para alcanzar estándares similares. En América Latina, los puertos todavía no cuentan con este tipo de conexión eléctrica, lo que limita la expansión de los cruceros con OPS.

La reducción de emisiones también se apoya en los sistemas SCR, diseñados para disminuir los óxidos de nitrógeno. En siete años se pasó de 7 barcos con esta tecnología a 81. El salto refleja la presión regulatoria y la respuesta de las empresas.

Otro punto sensible es el tratamiento de aguas residuales. Hoy más del 80 % de la flota cuenta con sistemas avanzados que superan las normas de la Organización Marítima Internacional. Este cambio apunta a minimizar el impacto sobre los ecosistemas costeros y proteger destinos turísticos.

La gestión de residuos ya no se limita a separar la basura. La incorporación de gasificadores convierte desechos en energía, mientras que los digestores microbianos reducen el desperdicio de alimentos. Casi la mitad de los barcos operan con estas herramientas, que marcan un giro cultural en la operación diaria.

El agua dulce es otro factor estratégico. El 98 % de los cruceros produce a bordo el agua que consume, lo que reduce la presión sobre destinos con recursos limitados. De esta forma, se preservan acuíferos y se evitan conflictos en regiones con sequías.


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Las pilas de combustible aparecen como la apuesta más ambiciosa. Royal Caribbean anunció que el Icon of the Seas será su “primer barco equipado con esta tecnología”, aunque los retrasos posponen su instalación hasta la próxima década. Mientras tanto, el Utopia of the Seas se prepara para debutar con este sistema el próximo año.

El funcionamiento es prometedor: combinan hidrógeno y oxígeno para generar electricidad sin combustión. El único subproducto es agua. Sin embargo, especialistas advierten que la efectividad ambiental depende de la procedencia del hidrógeno. “Necesitamos hidrógeno renovable para garantizar emisiones casi nulas”, señaló Bryan Comer, del ICCT.

Los tiempos de implementación son dispares. Bloom Energy, responsable de fabricar las pilas, estima que recién en cinco años podrán instalarse en el Icon of the Seas durante su paso por dique seco. Royal Caribbean sostiene una visión más optimista y no descarta incorporarlas antes, si la tecnología muestra resultados positivos en el Utopia of the Seas.

La transición energética no solo afecta al turismo. Sus avances marcan tendencia en todo el transporte marítimo, un sector históricamente asociado a combustibles pesados y altos niveles de contaminación. Hoy los cruceros se convierten en el laboratorio donde se prueban tecnologías que luego podrán aplicarse en cargueros y ferris.

El impacto en la economía es directo. Las inversiones millonarias en innovación abren nuevas oportunidades para astilleros, proveedores de energía y empresas tecnológicas. A la vez, impulsan regulaciones más estrictas en los países que buscan atraer barcos modernos a sus puertos.

El futuro de los cruceros será distinto al que conocimos en décadas pasadas. Más silenciosos en puerto, con motores híbridos en alta mar y sistemas de reciclaje a bordo, las nuevas naves buscan garantizar que la experiencia de viajar no se traduzca en un daño al ambiente.

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