
Remueven al presidente del Tribunal Superior de Justicia en medio de una crisis institucional en Santa Cruz
Actualidad03/10/2025
Sergio Bustos
El Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz atraviesa una de las mayores crisis internas de los últimos años. Este jueves, cuatro vocales de la mayoría resolvieron remover a Daniel Mariani de la presidencia del máximo tribunal y designaron en su lugar a Reneé Fernández, en medio de un conflicto político y judicial que no da tregua.


La decisión fue adoptada en una sesión que contó con el acuerdo de Alicia de los Ángeles Mercau, Paula Ludueña Campos, Fernando Basanta y Reneé Fernández. Luego de aprobar el desplazamiento, el cuerpo nombró de inmediato a Fernández como nueva presidenta. La resolución fue comunicada oficialmente por Jorge Alberto Bahamonde, director General de Gestión Administrativa y Recursos Humanos.
El cambio se produjo tras un fuerte choque por la ley que amplió la integración del TSJ de cinco a nueve miembros. Mariani había emitido horas antes una resolución que reafirmaba la vigencia de la Ley 3949 y ratificaba en sus funciones a Sergio Acevedo y José Antonio González Nora, los dos vocales designados por la Legislatura provincial. Esa decisión encendió la mecha.
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Los vocales que impulsaron la remoción argumentaron que Mariani vulneró los procedimientos institucionales al avalar la jura de los nuevos integrantes sin consenso del pleno. Además, señalaron que la medida se tomó mientras estaba vigente una cautelar judicial que ordenaba suspender el proceso de designación. Para ellos, el accionar de Mariani excedió sus facultades.
La reacción política no tardó. El vicegobernador Fabián Leguizamón calificó la decisión como “vergonzosa y sin precedentes”. A través de sus redes sociales, afirmó: “Los vocales afines a la condenada ex Presidenta Cristina Kirchner removieron hoy al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Dr. Mariani, ante su ratificación sobre el juramento de los dos nuevos vocales”. Sus palabras agitaron aún más el clima de confrontación institucional.
El gobernador Claudio Vidal observa de cerca el conflicto. La reforma judicial fue uno de los ejes de su campaña y la ampliación del tribunal formó parte de esa estrategia. Sin embargo, el proceso de designación de los nuevos vocales sigue trabado: hay dos vacantes en disputa y dos ternas pendientes de tratamiento legislativo, lo que alimenta la incertidumbre sobre el futuro inmediato del TSJ.
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Este cambio en la conducción del tribunal abre un nuevo capítulo en una pulseada que trasciende lo jurídico. La tensión entre el Ejecutivo y el Poder Judicial expone las dificultades para modificar estructuras consolidadas durante décadas. Nadie arriesga cómo se resolverá esta crisis, que mezcla política, legalidad y poder institucional.
En las próximas horas, se espera que el Gobierno provincial fije posición sobre la remoción y los pasos a seguir en el proceso de ampliación. Mientras tanto, el máximo tribunal santacruceño queda atravesado por divisiones internas que condicionan su funcionamiento.
















