
Dos gigantes energéticos se preparan para disputar el control de las represas
Actualidad08/10/2025
Sergio Bustos
La pulseada por el control de las represas del Comahue entra en una etapa decisiva. El 23 de octubre se abrirán las ofertas para operar cinco centrales hidroeléctricas clave del sistema eléctrico argentino, que en conjunto aportan cerca del 25% de la generación hidroeléctrica del país. El Gobierno busca concesionarios privados que administren estos activos durante las próximas tres décadas.


El proceso incluye las concesiones de El Chocón-Arroyito, Alicurá, Piedra del Águila y Planicie Banderita. Todas fueron privatizadas en 1993 y sus contratos vencieron en 2023. La nueva licitación, impulsada bajo el decreto 564/25, redefine el mapa energético y abre una nueva etapa de gestión privada en la Patagonia.
Durante la apertura del Renewables & Electricity Day, organizado por EconoJournal, la secretaria de Energía, María Tettamanti, afirmó que espera “una licitación muy exitosa, con mucha competencia y buenos operadores privados al frente de las centrales”. Su declaración dejó en claro que la expectativa oficial es alta y que se espera una disputa intensa entre los principales actores del mercado.
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Uno de los nombres que ya apareció en la escena es Aluar, la principal productora de aluminio del país y una de las mayores consumidoras de energía eléctrica del sistema nacional. La compañía evalúa los términos del proceso y mira con atención las condiciones de largo plazo. Su gerente de Recursos Energéticos, Gabriel Vendrell, valoró el marco regulatorio diseñado por el Gobierno. “La legislación está bien armada, mejor que la de los años noventa, porque el régimen tarifario está incluido en el contrato de concesión”, destacó durante su presentación.
Para Aluar, el nuevo esquema ofrece un atractivo central: la posibilidad de vender de forma progresiva hasta el 100% de su producción en el mercado a término. Esta apertura otorga más flexibilidad comercial a los futuros adjudicatarios, que podrán definir sus precios y contratos con grandes usuarios.
Vendrell también advirtió que la duración de la concesión influirá directamente en el nivel de competencia e inversión. “Cuanto menor es el plazo, mayor la incertidumbre y más alta la tasa que se exige a los proyectos. Eso impacta en una menor recaudación. Pero entiendo las necesidades políticas de caja y que los fondos ingresen lo antes posible”, explicó. Aun así, se mostró optimista sobre el proceso: “Los pliegos están bien armados, hay interesados y seguramente va a ser una licitación exitosa”.
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El otro gigante que confirmó su participación es Central Puerto, actual operadora de Piedra del Águila. “Vamos a participar en ese proceso sin lugar a dudas”, afirmó su director comercial, Gabriel Ures, al ratificar la intención de la compañía de competir para continuar en la región.
Central Puerto es uno de los mayores generadores de energía del país y el principal consumidor de gas natural, con un volumen diario cercano a los 15 millones de metros cúbicos. Ures celebró las medidas oficiales que permiten a los generadores contratar libremente combustible y energía con grandes usuarios, un cambio que considera estratégico. “Queremos tener la gestión del combustible porque tenemos mucha eficiencia para aplicar en ese segmento. Los objetivos de la Secretaría están cien por ciento alineados con lo que venimos solicitando desde hace años”, afirmó.
La licitación definirá quién gestionará estas centrales en los próximos 30 años y qué modelo energético marcará el futuro inmediato de la Patagonia. Con Aluar y Central Puerto en carrera, el sector eléctrico se prepara para una competencia que promete dejar huella en el mapa energético argentino.
















