El costo laboral vuelve al centro del debate y preocupa al sector empresario

Actualidad09/10/2025

Trabajadores metalúrigicos

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CADAM) manifestó su preocupación por el incremento sostenido del costo laboral, luego de que nuevos estudios confirmaran un nivel de informalidad del 43,2% en el segundo trimestre de 2025, equivalente a cuatro de cada diez trabajadores. El dato surge del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA-CONICET), que alertó también sobre la alta incidencia del empleo no registrado entre jóvenes, donde supera el 65%.

El sector empresario atribuye esta situación al aumento generalizado de los costos asociados a la contratación, entre ellos las subas en las tarifas de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) y los aportes adicionales surgidos de los convenios colectivos. La eliminación de los topes tarifarios por parte del Gobierno nacional, mediante la Resolución 18/2025 de la Superintendencia de Seguros de la Nación, generó un impacto directo sobre las pymes, que vieron incrementados sus gastos en forma automática.

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CADAM explicó que el costo laboral no se limita al salario, sino que incluye una serie de “cargas ocultas” que terminan afectando la competitividad del sector privado. En particular, señaló los aportes obligatorios derivados de acuerdos paritarios que continúan vigentes pese a haber surgido en contextos excepcionales.

Entre los casos mencionados figura la contribución solidaria por COVID-19 a la obra social OSECAC, aplicada desde 2021 y aún activa, incluso para empleados no afiliados. A ello se suma el aporte al Instituto Argentino de Capacitación Profesional (INACAP), equivalente al 0,5% del salario de Maestranza A por cada trabajador, destinado a un fondo de capacitación que, según registros judiciales, recauda más de $30.000 millones anuales.

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Otro componente señalado es el seguro complementario de retiro La Estrella, que representa el 1,6% del salario y no ofrece opciones alternativas de elección al trabajador ni al empleador. Este sistema combina un esquema individual y otro solidario: la mitad de los fondos se asigna a una cuenta personal y el resto se destina a un fondo común, lo que genera reclamos por falta de transparencia y baja rentabilidad.

Desde CADAM remarcaron que “estos compromisos adicionales, sumados a las cargas sociales y a los costos de las ART, incrementan el valor total del empleo formal en la Argentina”. Para el sector, esta estructura reduce los márgenes de inversión y desalienta la creación de nuevos puestos, en especial dentro de las pequeñas y medianas empresas, que concentran la mayor parte del empleo privado.

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El informe también advierte sobre la dificultad de los trabajadores para acceder a los beneficios de largo plazo. En el caso del seguro La Estrella, solo quienes aportan durante 20 años pueden cobrar el retiro completo, mientras que quienes solicitan el rescate anticipado reciben la mitad de lo aportado. Esta situación genera cuestionamientos sobre la equidad del sistema y su verdadero impacto en el bienestar del trabajador.

Para CADAM, el problema requiere una revisión integral de la estructura del costo laboral, que contemple los impuestos, contribuciones y tasas que recaen sobre el empleo formal. En su análisis, la alta presión contributiva y la falta de previsibilidad normativa terminan impulsando la informalidad, afectando la recaudación y la protección social.

El organismo concluye que, sin una reforma que simplifique el esquema actual, el mercado laboral argentino seguirá atrapado entre la presión impositiva y la pérdida de empleo registrado. En ese contexto, el diálogo entre el Estado, las empresas y los sindicatos aparece como condición indispensable para sostener la producción y recuperar la formalidad.