Diario El Chubut celebra 50 años de historia y periodismo como referencia de la provincia

El diario El Chubut cumple 50 años y celebra su historia como una de las instituciones periodísticas más arraigadas de la Patagonia. En una entrevista con #LA17, el periodista Diego Montefinal, integrante del equipo de redacción, repasó el camino recorrido, los cambios en la profesión, las noches de cierre y la vigencia del papel como símbolo de identidad. “Es un número importante. Cincuenta años para un medio tradicional que sigue instalado y con presencia, es un logro enorme en estos tiempos donde la comunicación se diversificó tanto”, destacó.

Montefinal remarcó que la permanencia del papel mantiene un valor emocional inalterable para los lectores, a pesar del avance de las redes y las plataformas digitales. “La gente cuando viene al diario a sacarse una foto porque egresa, se recibe o sale campeón, no dice ‘quiero salir en la web’. Vienen para salir en papel. Eso sigue siendo un recuerdo importantísimo”, expresó. Para él, el ejemplar impreso conserva una trascendencia que la pantalla no puede reemplazar: “El papel tiene un compromiso mayor, porque lo que está impreso ya quedó. En la web te podés equivocar, editar o borrar, pero el papel no se corrige”.

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El periodista describió además la dinámica interna de una redacción que aún conserva el pulso artesanal del oficio, con el director presente todos los días y un equipo que funciona como una familia. “A pesar de la cantidad de gente que trabaja, sigue siendo un medio cercano. Los directores están en la redacción, participan, opinan y acompañan. No es un medio distante, es un lugar donde todos se conocen”, señaló. Esa cercanía, explicó, se refleja también en el vínculo con la audiencia, que se siente parte de la historia del diario.

Con humor y nostalgia, Montefinal recordó las noches de cierre junto a José María Sáez, cuando cada edición se definía “a contrarreloj”. “Era una adrenalina única. Buscar los títulos, decidir cómo ponerlos, corregir hasta el último minuto. El papel no espera, si no cerrás a tiempo rompés una cadena enorme: el diario que va a Esquel, el que llega a la meseta, todos dependen de que uno haga su parte”, explicó. Esa estructura, agregó, sigue siendo un engranaje vivo donde cada área tiene su tiempo y su responsabilidad.

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El periodista también repasó el esfuerzo cotidiano de distribución, especialmente en una provincia extensa y con condiciones climáticas exigentes. “Hubo épocas donde la gente sabía cómo estaba la ruta por el diario. Si el diario llegaba tarde, era porque había hielo. Si no llegaba, era porque la ruta estaba cortada. Y si llegaba a horario, era señal de que todo estaba bien”, relató. Ese ejemplo, dijo, resume la relación del diario con su territorio y el rol que tuvo como termómetro de la vida cotidiana en los pueblos chubutenses.

Montefinal sostuvo que el diario siempre fue más que una empresa periodística: “Los medios de comunicación también son un servicio social. Informar, acompañar, estar cerca de la gente, eso no tiene precio. Más allá de lo económico, hay un compromiso con la comunidad que siempre fue parte del ADN de El Chubut”. En ese sentido, destacó la labor de todos los sectores que sostienen el trabajo diario, desde los periodistas y fotógrafos hasta los diseñadores, administrativos, personal de distribución y los canillitas, a quienes consideró “parte esencial de la cadena informativa”.

En otro tramo de la charla, Montefinal valoró la figura de José Sáez y José María Sáez, fundadores del medio, y su papel en la historia del periodismo chubutense. “Ellos trascienden los medios. Son parte de la historia de la provincia. No solo construyeron un diario, sino una manera de comunicar con compromiso y respeto por la gente”, expresó. Y recordó una anécdota que refleja esa trascendencia: “Don José era un radical histórico, pero en su casa se reunían dirigentes de todos los partidos. Una vez estaban Chacho Jaroslavsky y Antonio Cafiero discutiendo ideas para el país. Eso muestra el nivel de respeto y diálogo que existía”.

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Montefinal reflexionó también sobre los cambios en la política y el periodismo de las últimas décadas. “Antes los dirigentes tenían un compromiso con el bien común, más allá de las diferencias. Cada uno tenía su receta, pero el objetivo era el mismo. Hoy eso se perdió un poco. Tal vez los medios también debamos recuperar ese espíritu de unión y responsabilidad social”, señaló.

La edición especial del 50° aniversario incluyó 48 páginas de historia, fotografías, coberturas y testimonios, recordando momentos fundamentales de la provincia: inundaciones, elecciones, visitas presidenciales, el regreso de Malvinas y las transformaciones sociales que acompañaron medio siglo de periodismo. “Leer esas páginas no solo es recordar lo que pasó, sino recordar dónde estábamos nosotros cuando eso ocurrió. El diario también guarda la memoria personal de cada lector”, concluyó Montefinal.

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“El Chubut es historia viva. Es papel, pero también es comunidad, identidad y memoria colectiva. Cada ejemplar que llega a una casa es parte de lo que somos”, cerró el periodista, en un aniversario que celebra no solo la permanencia del medio, sino la esencia misma de contar lo que pasa desde el corazón de la provincia.