Construcción sustentable: Vórtice impulsa viviendas eficientes, rápidas y con menor consumo en la Patagonia

El estudio Vórtice, liderado por las arquitectas Emilia Martínez Peck y Cecilia Sal, desarrolló su espacio en #LA17 para profundizar en un tema central: la construcción eficiente y sustentable como respuesta a la crisis habitacional y energética. Las profesionales remarcaron que no se trata solo de elegir un material, sino de pensar un sistema integral que reduzca consumos, mejore la calidad de vida y acorte los plazos de obra. La propuesta busca que la vivienda deje de ser una carga en términos de energía y pase a convertirse en un espacio cómodo y accesible.

Durante la entrevista explicaron que su enfoque combina diseño arquitectónico con tecnologías constructivas que privilegian la aislación térmica y la eficiencia energética. En ese sentido, afirmaron que aunque trabajan con distintos métodos, se inclinan por aquellos que permiten reducir el impacto ambiental sin perder calidad ni durabilidad. “Nuestro objetivo es diseñar espacios que consuman menos y que, a la vez, se adapten al clima extremo de la región”, remarcaron, aludiendo a las particularidades de la Patagonia.

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Uno de los sistemas que utilizan con frecuencia es el SIP (Structural Insulated Panel), paneles estructurales con aislación incorporada que resuelven soporte y envolvente en un mismo módulo. Este método permite reducir tiempos de obra y garantiza un nivel de hermeticidad superior al de la construcción tradicional. Las arquitectas destacaron que los paneles actuales ya incluyen terminaciones y opciones estéticas variadas, lo que los convierte en una alternativa flexible y moderna.

La experiencia reciente de proyectos piloto impulsados por institutos de vivienda en varias provincias mostró la importancia de medir en campo el confort térmico y el consumo de energía. Viviendas experimentales en lugares tan distintos como Tucumán, Mendoza o Tierra del Fuego permitieron registrar cómo se comporta el aislamiento en climas con amplitudes muy marcadas. Los datos señalan que una buena envolvente puede reducir drásticamente enfermedades respiratorias y mejorar la capacidad de estudio o trabajo dentro del hogar.

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El clima patagónico refuerza la necesidad de este tipo de sistemas: el viento constante, los inviernos largos y los veranos de altas temperaturas ponen a prueba a las viviendas. “Sin un aislamiento correcto, el cuerpo no logra alcanzar un nivel de confort y eso termina afectando la salud y el rendimiento de las personas”, explicaron desde Vórtice. A la vez, remarcaron que el ahorro energético se traduce en menos gasto de gas y electricidad, un factor sensible en la economía familiar.

La sustentabilidad, señalaron, también tiene un costado social. El estudio no solo construye, sino que impulsa capacitaciones dirigidas a profesionales y a mano de obra local, con el objetivo de transmitir conocimientos sobre montaje de paneles, control de hermeticidad y reducción de residuos en obra. El próximo módulo de formación será el 26 de septiembre, donde combinarán taller y oficina para potenciar la interacción con la comunidad.

La capacitación también apunta a quienes quieren autoconstruir su vivienda. En un contexto donde muchas familias buscan alternativas accesibles, el sistema SIP y otros métodos eficientes se presentan como opciones posibles para quienes estén dispuestos a capacitarse. “No se trata de improvisar, sino de brindar herramientas prácticas para que cualquier persona pueda construir con seguridad y calidad”, explicaron las arquitectas.

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El cambio de sede de Vórtice, de 9 de Julio 52, responde a la necesidad de contar con un espacio más amplio para la actividad formativa. Allí se desarrollarán encuentros periódicos que buscan difundir técnicas de construcción sustentable, ofrecer asesoramiento a profesionales y acompañar a quienes quieran conocer más sobre eficiencia energética aplicada a la vivienda. El contacto con el público, remarcaron, es fundamental para ampliar el alcance de estas prácticas.

El mensaje final de las arquitectas fue claro: la construcción eficiente no es solo una tendencia, sino una necesidad frente a la crisis habitacional y ambiental que atraviesa el mundo. Menos consumo, menos emisiones, plazos más cortos y una mejor calidad de vida son los pilares que sostienen su propuesta. En la Patagonia, con climas extremos y altos costos de energía, esas soluciones adquieren un valor aún mayor.