Daniel Quintero se posiciona como figura central en la sucesión de Gustavo Petro

A menos de un año de las elecciones presidenciales en Colombia, el Pacto Histórico entra en una etapa de definiciones. Dentro de esa coalición oficialista, que llevó a Gustavo Petro al poder en 2022, el nombre de Daniel Quintero Calle gana peso propio como una alternativa joven, pragmática y con fuerte respaldo territorial en Antioquia.

Quintero representa un perfil distinto dentro del progresismo colombiano. No proviene de los partidos tradicionales ni de las élites académicas, sino de los barrios populares de Medellín. Esa identidad de origen, combinada con una visión tecnológica, lo convirtió en una figura atractiva para sectores urbanos que buscan renovación política.

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Durante su gestión municipal, impulsó la iniciativa “Medellín, Valle del Software” y promovió la entrega masiva de computadoras a estudiantes, políticas que hoy son bandera de su precandidatura presidencial. Su discurso combina innovación con justicia social, una fórmula que busca sostener la continuidad del modelo de transformación propuesto por Petro.

En el Pacto Histórico, Quintero compite con otros dos aspirantes en la consulta interna del 26 de octubre. El ganador será quien encabece la boleta del oficialismo en las presidenciales de 2026. Según sus allegados, su apuesta es “construir un país moderno que use la tecnología como motor de igualdad”.

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“La educación digital es la base de la libertad y la herramienta para romper la pobreza”, expresó en uno de sus recientes actos, donde volvió a diferenciarse del discurso ideológico tradicional y puso el acento en la gestión concreta.

Su ascenso también refleja una tensión interna dentro del progresismo colombiano. Algunos sectores de izquierda lo observan con recelo por su perfil independiente y su estilo frontal frente a los grandes grupos económicos. En 2019 denunció irregularidades en Hidroituango y en Empresas Públicas de Medellín, una postura que le dio visibilidad nacional y lo posicionó como referente anticorrupción.

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El exalcalde busca consolidar una corriente propia dentro del Pacto Histórico, con fuerte base en los jóvenes, los emprendedores y los trabajadores tecnológicos. Su propuesta incluye una Asamblea Constituyente para modernizar las instituciones y un plan nacional de conectividad que cubra todo el territorio colombiano.

Para sus seguidores, Quintero simboliza “la nueva cara del progresismo latinoamericano”, capaz de combinar inclusión social con transformación productiva. Con un discurso que mezcla realismo económico y ambición tecnológica, intenta ser el puente entre la generación que acompañó a Petro y la que busca su relevo político.

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