
Rigolleau en caída libre: la histórica vidriera argentina pierde ventas y sufre el avance importador
Actualidad18/10/2025
Sergio Bustos
Rigolleau atraviesa uno de los períodos más difíciles de su historia reciente. La compañía, emblema de la industria del vidrio en Argentina, cerró el tercer trimestre de 2025 con un rojo de más de $4.300 millones y una caída de ventas del 30% respecto al año anterior. La apertura de importaciones, la recesión y el consumo debilitado complican su posición en un mercado que hasta hace pocos años dominaba sin rivales.


En un informe enviado a la Comisión Nacional de Valores, el directorio advirtió que 2025 será “un año complicado” para la operación. Los resultados muestran pérdidas acumuladas que contrastan con la ganancia de $641 millones registrada en el mismo período del año pasado. La empresa atribuye el deterioro al efecto de la inflación sobre el costo de ventas y al desplome del volumen comercializado en los primeros meses del año.
“La caída en ventas es la principal explicación del resultado del trimestre”, explicó la compañía en el documento. Durante junio y julio las ventas se hundieron, y aunque hubo una leve recuperación en agosto, no alcanzó para revertir el impacto previo. El margen bruto se redujo fuertemente, ya que los costos se mantuvieron estables mientras los ingresos se derrumbaron.
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Rigolleau es la principal productora de vidrio y envases del país, con líneas que abastecen a la industria alimenticia, de bebidas, cosmética y farmacéutica. También fabrica vasos, copas y vajillas para el hogar. Su controlante, Industrias Integrales del Vidrio S.A., posee el 73,96% de la empresa, mientras que el resto cotiza en el mercado de capitales.
La compañía viene arrastrando problemas financieros desde hace dos años. La inercia inflacionaria de 2023 y 2024, combinada con la caída del consumo, impactó de lleno en sus balances. Si bien el ritmo inflacionario se moderó al 2% mensual en 2025, lo que estabilizó las comparaciones contables, el contexto macroeconómico continúa siendo adverso.
A esto se suma la apertura masiva de importaciones en el segmento hogar, donde ingresan productos a precios muy competitivos. Esta competencia directa afecta especialmente a vasos, copas y vajillas, líneas que históricamente fueron un bastión de Rigolleau. En paralelo, la unidad industrial también sufre las oscilaciones de la actividad manufacturera y comercial, que no logra recuperar los niveles previos a la recesión.
El contexto electoral también añade incertidumbre. La empresa reconoce que “es difícil pronosticar resultados en un año de elecciones de medio término”, mientras reconfigura sus planes de ventas para los últimos meses. Octubre y noviembre son estacionalmente los más fuertes, pero la compañía mantiene cautela ante la falta de señales claras de recuperación en el consumo masivo.
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Los costos financieros jugaron otro papel determinante. La suba abrupta de tasas tras el desarme de las LEFI llevó los intereses de 35% a más de 85% en dos meses, antes de estabilizarse en torno al 45%. “Estos costos son testimonio del esfuerzo por mantenernos competitivos y financiar el capital de trabajo”, explicó el directorio.
Rigolleau apuesta a profundizar su estrategia de eficiencia y ajustar costos para resistir la competencia externa. Además, planea diferenciar sus modelos de negocio para sostener su relación con clientes locales e internacionales, especialmente en Brasil, uno de sus mercados relevantes.
La temporada alta definirá buena parte del balance final de 2025. Pero más allá de los próximos meses, la empresa enfrenta el desafío de sostener su liderazgo en un escenario donde las importaciones y el consumo retraído cambian las reglas del juego.
















