El calamar sostiene las exportaciones pesqueras mientras el langostino se hunde en una temporada irregular
Actualidad31/10/2025
Sergio Bustos
Exportaciones.
El comercio exterior pesquero argentino atraviesa un año de contrastes. Entre enero y septiembre, se exportaron 429 mil toneladas de productos por 1.494 millones de dólares, según datos oficiales del Ministerio de Agricultura. La cifra representa una leve baja del 0,8% en divisas, aunque mantiene un balance positivo gracias al repunte del calamar.
El informe de coyuntura elaborado por la Dirección de Planificación Pesquera destaca que el calamar illex argentinus se convirtió en el motor de las exportaciones, con 189.655 toneladas por un valor de 537,8 millones de dólares. El crecimiento fue notable: 47,9% más en ingresos y 32,6% en volumen respecto al año anterior. China, Tailandia y España encabezaron la demanda.
“El calamar sostuvo la balanza comercial del sector y compensó la caída del langostino”, señalaron fuentes del sector. El precio promedio del molusco trepó a 2.835 dólares por tonelada, un 11,5% más que en 2024.
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El otro extremo lo marcó el langostino (Pleoticus muelleri), que sufrió una caída del 30,7% en volumen y del 23,3% en valor interanual. Las 82.497 toneladas exportadas generaron 585 millones de dólares, pero el impacto negativo fue fuerte en la Patagonia. El segmento del langostino entero se derrumbó un 53% en toneladas y un 45% en ingresos, pese al incremento del 16% en los precios promedio.
China y Perú, principales destinos del crustáceo, recortaron precios y demanda. En cambio, Estados Unidos y Reino Unido mantuvieron valores por encima de los 10 mil dólares por tonelada, aunque con volúmenes menores.
En el caso de la merluza hubbsi, las exportaciones alcanzaron 83.303 toneladas por 213 millones de dólares, un descenso del 3,9% en volumen. España sigue como principal comprador, mientras Brasil redujo sus importaciones casi un 10%.
La merluza negra mostró un incremento del 28% en toneladas exportadas, aunque con menor valor en dólares por la retracción de precios internacionales. En cambio, la centolla patagónica profundizó su crisis: las ventas externas cayeron un 64% en volumen y 66% en ingresos, golpeadas por la menor demanda de China.
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El informe destaca que, pese a la caída en especies emblemáticas, el sector proyecta cerrar el año con exportaciones cercanas a los 2.000 millones de dólares. La combinación de precios en alza, devaluación del peso y costos laborales licuados mejoró la rentabilidad de las empresas procesadoras, especialmente en plantas de Chubut y Santa Cruz.
Fuentes empresarias consultadas por La17.com admiten que la industria pesquera argentina se mantiene firme gracias a la resiliencia del calamar y a la diversificación de destinos. Pero alertan que la dependencia de pocos mercados y los vaivenes cambiarios pueden condicionar la recuperación en 2026.
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