Milei avanza con 13 medidas que reescriben las reglas del trabajo en Argentina
Actualidad04/11/2025
Sergio Bustos
Javier Milei y la reforma laboral.
El Gobierno nacional se encamina a ejecutar la transformación más profunda del sistema laboral argentino desde los años cuarenta. Javier Milei presentó una reforma de 13 medidas que redefinirá el trabajo, los derechos y las relaciones entre empresas y empleados.
Tras el triunfo legislativo, el Presidente reunió en Casa Rosada a veinte gobernadores y les presentó el paquete que acompañará el Presupuesto 2026. El plan incluye la reforma laboral y la tributaria, ambas con intención de aprobarse en sesiones extraordinarias antes de fin de año.
La nueva ley introduce cambios en salarios, indemnizaciones, vacaciones, convenios colectivos y derecho a huelga. El propósito oficial es adaptar el mundo laboral a las nuevas tecnologías y a la lógica de la productividad global, en un contexto donde la CGT se encuentra dividida entre la resistencia y el diálogo.
El primer punto establece un tope para las indemnizaciones por despido sin causa, que podría alcanzar diez salarios. Las pymes, además, podrían pagar las compensaciones en hasta doce cuotas. También se revisará el cálculo de la antigüedad, modificando el artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo.
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En segundo lugar, la reforma propone excluir el aguinaldo y los bonos anuales del cálculo de las indemnizaciones, junto a los tickets canasta y vales alimentarios. Esta medida apunta a reducir los montos que deben pagar las empresas en los juicios laborales.
El tercer punto crea un sistema de tickets canasta sin carácter remunerativo, aceptados en supermercados y comercios, pero sin aportes a la seguridad social. Los sindicatos temen que esta modalidad erosione los ingresos previsionales y genere desigualdades.
También se introduce la figura de salarios dinámicos vinculados al mérito individual y a la productividad. “Queremos premiar el esfuerzo y la eficiencia”, explicó el secretario de Empleo, Julio Cordero, durante su exposición en el Coloquio de IDEA.
La reforma prevé ampliar la jornada laboral, siempre que se respeten doce horas de descanso entre turnos, aunque el Gobierno aclaró que no se impondrán jornadas de doce horas de trabajo. En ese marco, se incorpora el banco de horas, que permitirá compensar días de mayor carga con otros de menor duración, sin superar las 45 horas semanales.
En materia de descanso, el texto permite fraccionar las vacaciones por acuerdo entre empleador y trabajador. Cada tramo deberá tener al menos una semana, y siete días deberán otorgarse en verano. También se abrirá la posibilidad de adaptar los períodos vacacionales a las características de cada rubro.
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El proyecto elimina la ultraactividad de los convenios colectivos, uno de los principios más defendidos por la CGT. Desde ahora, los acuerdos dejarán de extenderse automáticamente al vencer, salvo prórroga expresa o acuerdo entre las partes.
Otro cambio de fondo otorga prioridad a las negociaciones por empresa por encima de los convenios de actividad. Esto permitirá ajustar las condiciones laborales a cada región o rama productiva, pero también debilitará el poder unificado de los gremios.
El punto más resistido por las organizaciones sindicales establece que las cuotas y aportes gremiales solo se descontarán si el trabajador lo autoriza expresamente. Además, las contribuciones a favor de los sindicatos se aplicarán únicamente a los afiliados, lo que elimina las cuotas compulsivas a quienes no forman parte del gremio.
En cuanto al derecho a huelga, el proyecto dispone una cobertura mínima del 75% en los servicios esenciales y del 50% en las actividades trascendentales, que incluyen transporte, producción de alimentos, bancos, salud, educación y medios de comunicación.
Finalmente, la reforma introduce la digitalización total de los trámites laborales, lo que permitirá registrar empleados o crear empresas sin intermediarios. “En 24 horas se podrá contratar un trabajador”, prometen desde el Ejecutivo, que busca reducir costos y promover la formalización del empleo.
Con esta reforma, el Gobierno apuesta a una nueva arquitectura del trabajo argentino, con menos regulaciones y más autonomía para las partes. La CGT, dividida entre la confrontación y el pragmatismo, prepara su estrategia frente a un escenario que cambiará la historia del empleo en el país.
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