El "changuito impositivo".
Llenar el changuito en Chubut cuesta casi $800 mil, lo que la ubica como la segunda provincia más cara del país, solo detrás de Santa Cruz. Según la consultora Analytica, un hogar chubutense necesita $790.224 para completar una canasta mensual promedio. Detrás aparecen Río Negro ($782.517) y Neuquén ($777.616).
La Patagonia se consolidó como la región de mayor gasto doméstico en comida y bebida, una situación que se repite mes a mes pese a la desaceleración inflacionaria nacional. El informe advierte que, aunque los salarios son más altos, el costo del changuito se lleva una porción creciente del ingreso familiar.
En el otro extremo, provincias del NEA como Corrientes ($737.440), Formosa ($735.817) y Misiones ($732.793) mantienen los precios más bajos, aunque con sueldos sensiblemente menores. La brecha con el sur llega a casi $70.000 por mes.
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La carga impositiva explica buena parte de esa diferencia. De acuerdo con un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el 43,9 % del precio final de los alimentos corresponde a impuestos nacionales, provinciales y municipales. En productos básicos como carne, pan y leche, la Fundación FADA calculó una carga promedio cercana al 25 % del valor que paga el consumidor.
En Chubut, esa presión se multiplica por el impacto de tributos locales sobre los servicios públicos. La provincia figura entre las que más recaudan sobre electricidad, gas y agua, con una carga que ronda el 26 %, según un relevamiento de la UADE. En energía eléctrica, el peso fiscal llega al 60,9 % del total de la factura, uno de los porcentajes más altos del país.
Mientras tanto, el precio de productos esenciales también sigue en alza. El aceite de girasol aumentó entre 4 % y 9 % en casi todas las provincias, con subas sostenidas en el sur. En cambio, el azúcar y las arvejas en conserva mostraron incrementos moderados, aunque las provincias patagónicas registraron los ajustes más notorios.
La combinación de precios altos, transporte caro y una carga fiscal extendida ubica a Chubut en el podio de los lugares más costosos para vivir en Argentina. El costo del changuito y de los servicios no solo refleja la inflación, sino también el peso de los impuestos en cada etapa del consumo.
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En paralelo, el informe de Analytica resalta que el costo del changuito representa el 15,5 % de dos salarios promedio en la región, una proporción que se mantiene alta incluso frente a sueldos por encima de la media nacional.
Desde el NEA, en cambio, los precios más bajos conviven con un poder de compra debilitado: allí, el mismo changuito equivale al 29,6 % de dos sueldos promedio, lo que deja a miles de familias en una situación más ajustada.
En Chubut, la ecuación es distinta: los salarios alivian parte del impacto, pero la carga fiscal sobre alimentos y servicios convierte cada compra cotidiana en un gasto significativo.
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