

La lectura de JP Morgan sobre la Argentina cambió de tono tras las elecciones legislativas. El banco consideró que la fuerte caída del riesgo país y la victoria del oficialismo en las urnas acercaron el regreso del país a los mercados internacionales de crédito. En un informe reservado para clientes, la entidad señaló que espera detalles del respaldo financiero que Estados Unidos brindará en el corto plazo y que un programa de recompra de deuda podría acelerar la recuperación del acceso al financiamiento.


“Se esperan detalles de un nuevo apoyo financiero patrocinado por Estados Unidos en el corto plazo”, indicó el documento, en referencia a la facilidad de 20.000 millones de dólares que negocia el Gobierno con bancos internacionales y organismos multilaterales. Según el análisis, la combinación de respaldo externo, caída de spreads y control político abre un escenario de estabilización económica.
El banco subrayó que la baja del riesgo país fue contundente: pasó de más de 1.000 puntos básicos antes de las elecciones a menos de 700 tras los comicios. Para JP Morgan, ese salto de confianza mejora las condiciones para que la Argentina vuelva a emitir bonos con legislación internacional, algo que no ocurre desde enero de 2018, cuando Luis Caputo era ministro de Finanzas del gobierno de Mauricio Macri.
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El informe destacó además que Javier Milei salió de la elección con un “mandato contundente” y que la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO logró más de un tercio en el Congreso. Ese resultado, según la entidad, asegura el control del veto presidencial y refuerza la gobernabilidad. El foco ahora, sostuvo el reporte, está puesto en las negociaciones con los gobernadores moderados para avanzar con reformas impositivas y laborales.
En ese sentido, JP Morgan interpretó los resultados como un voto de confianza a la gestión libertaria. Los activos argentinos se fortalecieron, los inversores ajustaron sus expectativas y las primas de riesgo político se redujeron. El banco remarcó que el oficialismo ya inició contactos con mandatarios provinciales para buscar consensos en torno a la agenda económica y el Presupuesto 2026, pieza central para ordenar las cuentas públicas.
El texto recordó que la coalición de gobierno ganó en 16 provincias, aunque sin alcanzar mayoría propia. Esa situación, advirtió el banco, vuelve determinante el rol de los bloques provinciales, que suman 28 diputados y podrían definir la suerte de las reformas. También señaló que el giro electoral en la provincia de Buenos Aires mejoró la posición del oficialismo y consolidó su imagen de fortaleza.
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JP Morgan calificó de “estratégico” el poder de veto presidencial y explicó que Milei quedó en condiciones de usarlo como herramienta política central, especialmente tras la pérdida de seis bancas kirchneristas en el Senado. En paralelo, destacó la reacción rápida del Gobierno tras los comicios: relajó la política monetaria, inyectó liquidez en pesos y ajustó el marco de reservas para estabilizar tasas y estimular el crédito.
En el plano cambiario, el banco explicó que el Banco Central buscará avanzar hacia un nuevo esquema regulatorio. “Los bajos niveles de monetización permiten priorizar compras de reservas sin esterilización”, precisó el documento. La entidad anticipó que el mercado aguarda definiciones sobre el apoyo estadounidense y que esos recursos podrían ser decisivos para normalizar el sistema financiero argentino.
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La lectura general del banco atribuyó la nueva dinámica positiva a la contundencia de la victoria de Milei y al horizonte de reformas. A nivel nacional, la Libertad Avanza obtuvo el 40,8% de los votos para diputados y se impuso en Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires, donde revirtió una diferencia negativa de 14 puntos en las primarias. Ese envión político, dijo JP Morgan, marca el inicio de una nueva etapa para la economía argentina.
Finalmente, el informe proyectó que la combinación de respaldo externo, recomposición de reservas y programa de recompra de deuda puede darle al país una ventana de acceso al crédito internacional. Si esas condiciones se consolidan, la Argentina —sostuvo el banco— habrá recuperado parte de la confianza perdida y podrá iniciar un nuevo ciclo de crecimiento y normalización financiera.






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