
Bolivia inaugura un Congreso histórico con mayoría de mujeres y sin hegemonías partidarias
Actualidad05/11/2025
REDACCIÓN
La Asamblea Legislativa boliviana inició su nuevo ciclo con una composición inédita en más de cuatro décadas de democracia. Las mujeres ocupan la mayoría absoluta de las bancas, mientras que ningún partido logró alcanzar el control total del Parlamento, un escenario que redefine la dinámica política del país andino.


El nuevo Congreso, correspondiente al período 2025-2030, cuenta con 166 legisladores titulares: 36 senadores y 130 diputados, según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE). De ellos, 108 tienen más de 40 años, 13 son menores de 30 y el resto se ubica entre los 30 y los 40, lo que configura una legislatura con predominio de experiencia y trayectoria institucional.
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En el plano político, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), que llevó a Rodrigo Paz a la Presidencia y a Edmand Lara a la Vicepresidencia, se posicionó como la fuerza más votada, con 32% de los escaños. Sin embargo, necesitará tejer acuerdos con otros bloques para asegurar la gobernabilidad. La izquierda clásica, representada por el Movimiento al Socialismo (MAS), sufrió su peor retroceso histórico y quedó con solo dos diputados.
Durante la sesión preparatoria, se destacó el nuevo bloque femenino dominante, que transforma las expectativas sobre la distribución del poder. En la Cámara Alta, 21 de los 36 escaños (58%) serán ocupados por mujeres, y en la de Diputados, 66 de los 130 curules (50,7%). Según observatorios de género, estos números colocan a Bolivia entre los países con mayor paridad legislativa del mundo.
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Desde la Coordinadora de la Mujer, su directora ejecutiva Tania Sánchez expresó: “El desafío ahora es que esa mayoría se traduzca en poder real en las decisiones de comités y directivas”. La activista agregó que la presencia femenina debe transformarse en incidencia efectiva dentro de las estructuras de decisión para que la paridad deje de ser solo simbólica.
Sánchez también advirtió que el debate económico de los próximos meses será determinante para evaluar el peso real de esa mayoría. “Las reformas económicas deben considerar a quiénes afectarán. No pueden aplicarse medidas que vayan en contra de las mayorías”, señaló.
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Los analistas coinciden en que el nuevo ciclo no solo redefine la representación de género, sino también el esquema de poder. El politólogo Andrés Gómez explicó que el gobierno de Rodrigo Paz enfrentará un doble reto: garantizar gobernabilidad dentro del Congreso y responder a las demandas sociales. Entre ellas se mencionan la necesidad de contener la inflación, asegurar el abastecimiento de combustibles y mantener la subvención energética.
Para sostener acuerdos legislativos, el Ejecutivo deberá negociar con las segundas y terceras fuerzas, entre ellas Libre y Unidad. Según Gómez, ya se perfila una alianza parcial con Unidad, mientras que Libre anunció un apoyo sin condiciones pero con autonomía política.
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El analista advirtió que las medidas inmediatas que la ciudadanía espera podrían no ser sostenibles sin decisiones impopulares, lo que obligará al gobierno a equilibrar expectativas y estabilidad. A su vez, destacó que el nuevo Parlamento operará con mayor flexibilidad, sin bloques rígidos, y que la gobernabilidad dependerá del consenso más que de la disciplina partidaria.
La investidura presidencial del 8 de noviembre encontrará a Bolivia con un Congreso operativo pero sin mayorías definidas. El país, según Gómez, entra en una etapa política donde el diálogo reemplaza al control partidario y donde las mujeres marcan el rumbo de una nueva estructura institucional.
Fuente: NA.


















