
Del césped a los geriátricos: Luciano Vella cambió los botines por la gestión de residencias para adultos mayores
Actualidad06/11/2025
Sergio Bustos
Su nombre todavía despierta recuerdos entre los hinchas. Luciano Vella, el lateral derecho que fue campeón con Newell’s y ascendió con River, cambió las canchas por un camino inesperado: la gestión de geriátricos.


Nacido en Rosario, Vella forjó una carrera marcada por la entrega y el compromiso. Con la “Lepra” se consagró campeón del Torneo Apertura 2004 bajo la conducción de Américo Gallego, un título que lo catapultó al fútbol europeo. Su destino fue España, donde vistió la camiseta del Cádiz, y luego Rumania, con el Rapid Bucarest.
El paso por el viejo continente fue breve, pero el regreso al país lo encontró en un momento decisivo. En River Plate formó parte del plantel que logró el retorno a Primera División en 2012, bajo la dirección técnica de Matías Almeyda. Su voz de experiencia fue clave en un vestuario que necesitaba líderes después del golpe del descenso.
Luego continuó su recorrido en Unión de Santa Fe, Defensa y Justicia y Arsenal de Sarandí, donde colgó los botines en 2017. Con más de diez años de carrera, Vella se ganó el respeto de compañeros y rivales por su constancia y su perfil bajo.
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Pero lejos de retirarse del todo, decidió reinventarse en un ámbito totalmente distinto. Se volcó al mundo empresarial y fundó cinco residencias geriátricas en distintas localidades del país, donde impulsa un modelo de atención centrado en el bienestar y la contención emocional.
“Encontré en este trabajo una nueva forma de ayudar a la gente”, contó en entrevistas recientes. “Es otro tipo de equipo, pero el compromiso es el mismo.”
Las residencias que administra ofrecen servicios médicos, recreativos y de acompañamiento personalizado. En lugar de planificar tácticas o entrenamientos, Vella ahora coordina equipos de profesionales de la salud y atención geriátrica.
El cambio no fue casual. Tras su retiro, buscó una actividad que mantuviera la cercanía con las personas. “El fútbol me enseñó el valor del trabajo en grupo, y eso también se aplica acá”, asegura.
El exjugador encontró en su nuevo rol una forma de canalizar la energía que lo caracterizaba dentro de la cancha. Hoy reparte su tiempo entre la gestión de las residencias y su familia, sin perder contacto con el mundo del fútbol, al que sigue con afecto y distancia.
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Su historia se suma a la de varios deportistas que, después del retiro, lograron reconvertirse con éxito en nuevas pasiones. De los aplausos en el Monumental al silencio de los pasillos de una residencia, Vella cambió los gritos de gol por el trabajo silencioso del cuidado.
















