Chubut tiene el segundo changuito más caro del país y el sur encabeza el ranking de precios

En el sur, hacer las compras se convirtió en un lujo. Chubut es la segunda provincia más cara del país para llenar el changuito, con un costo promedio de $790.224, según el último informe de la consultora Analytica. Solo la supera Santa Cruz, donde el mismo conjunto de alimentos y bebidas asciende a $800.594.

La medición ubica a Río Negro ($782.517), Neuquén ($777.616) y Tierra del Fuego ($776.522) en los siguientes puestos, consolidando a la Patagonia como la región más cara para el consumo familiar en la Argentina.

El informe detalla que, pese a la desaceleración de la inflación nacional, los precios en los supermercados del sur siguen en alza. El encarecimiento se explica por los mayores costos logísticos, las distancias, el clima y la estructura impositiva local.

En la comparación mensual, Río Negro (+3,3%) y Neuquén (+2,96%) encabezaron las subas porcentuales, seguidas de Corrientes (+2,94%), mientras que Tucumán (+1,44%) y Salta (+1,2%) registraron los menores aumentos.

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Dentro de la canasta, el aceite de girasol y el azúcar fueron los productos que más subieron. En La Pampa y Misiones, el azúcar trepó hasta 8,6%, mientras que Mendoza fue la excepción, con una caída del 5,4%. Las arvejas en conserva mantuvieron precios estables, aunque con leves incrementos en la Patagonia.

A nivel regional, el costo del changuito en la Patagonia se compensa parcialmente con los salarios más altos del país. En Santa Cruz y Chubut, los ingresos promedio del sector privado formal están entre los más elevados, lo que reduce en parte el impacto del gasto en alimentos.

El informe de Analytica lo resume así: “En la Patagonia, el costo de la canasta equivale al 15,5% del ingreso de dos trabajadores promedio. En el NEA, esa proporción trepa al 29,6%.”

En el otro extremo del ranking, Corrientes ($737.440), Formosa ($735.817) y Misiones ($732.793) se mantienen como las provincias más baratas, aunque con un poder adquisitivo mucho menor. La brecha entre el norte y el sur llega a casi $70.000 por canasta.

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La consultora también destacó el peso de los impuestos provinciales. En Corrientes, las ventas minoristas tributan un 2,9% de ingresos brutos, mientras que en Chaco alcanzan el 3,2%, una diferencia que repercute en los precios finales.

Pese al aumento en algunos rubros, la inflación nacional de septiembre se habría mantenido en torno al 1,9%, lo que el Gobierno busca mostrar como un logro económico en la antesala de las elecciones del 26 de octubre.

Pero en las góndolas patagónicas, el panorama es otro. Chubut se consolida como una de las provincias más caras para comprar alimentos, con precios que duplican los de algunas regiones del norte. En Comodoro Rivadavia, Trelew o Puerto Madryn, llenar el changuito equivale a destinar buena parte del salario mensual.

Y aunque los ingresos sean más altos que en otras zonas del país, el bolsillo patagónico siente igual el peso del changuito. Cada compra en el supermercado refleja una misma realidad: el costo de vida en el sur crece más rápido que la calma inflacionaria.