La sede de la Universidad de la Patagonia, en Madryn, experimentó una transformación visible

El delegado zonal de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco en Puerto Madryn, Gastón Morales, concluye su gestión después de cuatro años al frente de la sede. En diálogo con El Quinto Poder por #LA17, valoró el trabajo realizado durante un período atravesado por restricciones presupuestarias, pero también por logros significativos en materia edilicia y académica.

“El 17 de noviembre será mi último día como delegado zonal,” confirmó Morales, al explicar que los cargos de conducción dentro de la universidad no son reelegibles, conforme al estatuto institucional. “Eso garantiza la alternancia y fortalece el espíritu democrático que tiene nuestra universidad”, agregó.

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Durante su mandato, la sede de Puerto Madryn experimentó una transformación visible en infraestructura. Morales enumeró las obras realizadas: “Todos los techos fueron renovados, se construyeron nuevas aulas, se instalaron calderas y se cambió la calefacción de todo el edificio.” También se cercó el perímetro del predio, una medida que permitió delimitar y recuperar el espacio físico de la institución.

El dirigente universitario destacó el acompañamiento de la magíster Lidia Blanco, quien fue rectora hasta el 4 de noviembre, y subrayó que “el rectorado cumple un rol clave en el acompañamiento de cada sede.”

En el plano académico, Morales recordó la apertura de nuevas carreras vinculadas a la Facultad de Ciencias Jurídicas, como la Licenciatura en Criminalística y la Tecnicatura en Martillero Público y Corredor Inmobiliario. “Se amplió la oferta educativa y se generó continuidad para egresados técnicos que ahora pueden completar su formación como licenciados”, señaló.

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La modernización tecnológica fue otro de los ejes de su gestión. La sede incorporó aulas híbridas que permiten la participación de estudiantes de manera presencial o remota. “Hoy se puede cursar desde casa sin perder contacto con la clase, y eso marca un salto enorme en accesibilidad académica,” sostuvo.

El delegado saliente reconoció que su principal prioridad fue consolidar la infraestructura luego de años de deterioro edilicio. “Me tocó dar clases en aulas donde llovía adentro. Eso me marcó. Hoy los techos son nuevos y los estudiantes pueden estudiar en condiciones dignas,” afirmó con satisfacción.

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Mirando hacia el futuro, Morales consideró que el gran desafío de la próxima gestión será fortalecer el vínculo entre la universidad y la comunidad. “Hay que profundizar la extensión y la vinculación social. La universidad debe estar más cerca de la gente, de las escuelas, de los barrios,” expresó.

Por primera vez, la conducción de la sede quedará en manos de una mujer, perteneciente a la Facultad de Ciencias Jurídicas, hecho que Morales celebró como un avance institucional. “Me voy conforme y agradecido, con la tranquilidad de haber cumplido con la universidad y con la ciudad”.