
La causa Cuadernos pone en jaque al sistema judicial por su posible duración
Policiales11/11/2025
REDACCIÓN
El juicio por los Cuadernos de las coimas volvió al centro de la escena judicial y política. A seis años del estallido del caso, la causa más voluminosa de la historia reciente argentina sigue trabada en su etapa oral y despierta inquietud en los despachos más altos de Tribunales. La magnitud del expediente y el ritmo elegido por el Tribunal Oral Federal N°7 encendieron alertas en todo el sistema judicial.


El proceso acumula más de 300 hechos de presunta corrupción, 87 imputados y unos 400 testigos. Con audiencias que se realizan una vez por semana y de forma mixta —presencial y virtual—, el debate avanza con lentitud y podría prolongarse durante años. En los pasillos de Comodoro Py se reconoce que es el juicio más extenso en curso y que su desenlace aún está lejos.
En la Corte Suprema se sigue con atención el caso y se analizan sus efectos sobre los principios de celeridad y eficacia procesal. Magistrados del máximo tribunal admiten que el ritmo actual podría comprometer esos valores y exponen las limitaciones estructurales de los tribunales orales: poco personal, falta de espacio y escasos recursos tecnológicos.
En el cuarto piso del Palacio de Tribunales, las quejas se multiplican. Cada audiencia reúne a más de 200 personas entre imputados, defensores, querellantes y funcionarios. Esa masividad complica la organización, afecta la dinámica del debate y, según fuentes judiciales, “genera un cuello de botella que puede paralizar el proceso”.
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En julio, la Cámara Federal de Casación Penal ya había advertido sobre la lentitud del juicio. Los jueces Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Gustavo Hornos señalaron que “la modalidad virtual y la frecuencia semanal limitan el dinamismo inherente al debate oral y público”. También recomendaron revisar los cronogramas para evitar demoras que lesionen el derecho a un proceso razonable.
El Consejo de la Magistratura intenta aportar soluciones. Trabaja en la habilitación de una nueva sala en Comodoro Py, con capacidad para transmisiones remotas y mejor infraestructura técnica. Desde el organismo remarcan que “un proceso de esta magnitud no puede sostenerse con una audiencia semanal” y que es urgente reforzar los equipos de trabajo para evitar que el juicio se vuelva ingobernable.
En paralelo, las organizaciones civiles también levantaron la voz. El abogado y referente de Poder Ciudadano, Hugo Wortman Jofré, alertó sobre el impacto negativo de los juicios eternos. Según explicó, “los plazos excesivos desincentivan las colaboraciones y ponen en riesgo futuras investigaciones de corrupción”.
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Wortman Jofré recordó que “si a todos los vamos a tratar por igual, nunca más vamos a tener arrepentidos en Argentina”, en referencia a los imputados colaboradores del caso. Mencionó además que antecedentes como el de IBM–Banco Nación tardaron más de una década en resolverse y dejaron un precedente de ineficacia judicial.
La causa Cuadernos expone una vez más el dilema del sistema judicial argentino: cómo investigar la corrupción sin caer en procesos interminables. Entre audiencias lentas, estructuras colapsadas y debates que parecen no tener fin, la Justicia enfrenta una prueba que también pone en juego su credibilidad.
















