
Vaporizadores bajo la lupa: la PFA desmanteló una red que impulsaba el nuevo mercado ilegal del cannabis
Actualidad11/11/2025
REDACCIÓN
El negocio del cannabis ilegal en la Argentina cambió de forma y estrategia. Ya no son los ladrillos de marihuana prensada los que dominan el tráfico, sino los vaporizadores: pequeños dispositivos que concentran extractos potentes, fáciles de ocultar y con una estética de consumo moderno.


En países como Estados Unidos, donde el cannabis recreativo es legal en 24 estados, los vaporizadores son la estrella del mercado. Representan cerca del 25% de un negocio de 45 mil millones de dólares, según datos de Greenstate. Su éxito radica en que permiten fumar sin humo y con discreción, incluso en lugares públicos.
En la Argentina, estos aparatos se venden desde hace años, pero su crecimiento en el mercado negro fue explosivo. Se ofrecen en redes sociales, grupos de Telegram y hasta en grow shops que funcionan como fachada. Cada unidad cuesta entre 75 mil y 90 mil pesos, y su apariencia inofensiva los vuelve casi indetectables.
Una investigación de la Justicia Federal de Morón, con apoyo de la Policía Federal, logró detectar una red dedicada a su comercialización. Por orden del juez Jorge Rodríguez, se allanaron 17 domicilios entre Del Viso, San Nicolás, Castelar y Córdoba capital. Se incautaron 340 vaporizadores, 87 paquetes de gomitas de cannabis, 3,5 millones de pesos y 42 mil dólares.
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Los agentes encubiertos habían realizado compras simuladas en Instagram, donde los productos se ofrecían casi sin disimulo. “No eran grandes capos narcos, sino comerciantes que aprovecharon un mercado en expansión”, detalló una fuente de la investigación. Hubo seis detenidos, aunque ninguno con antecedentes pesados.
La novedad de esta redada no fue la cantidad, sino la composición química de los productos. Los dispositivos incautados contenían variantes de la molécula original del THC: THC-A (ácido tetrahidrocannabinólico) y THC-P, un análogo más potente. Ambas sustancias, aunque no figuran expresamente en la ley argentina, entran dentro del marco penal de la Ley de Drogas, según confirmaron fuentes judiciales.

Los especialistas advierten que estos vaporizadores no son inocuos. Estudios internacionales los asocian a enfermedades pulmonares graves, como el EVALI, identificado por el CDC en 2019, una afección provocada por los aceites calentados que afectan los bronquios y los alveolos.
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El fenómeno, que comenzó a verse en redadas desde 2021, se instaló en el consumo urbano juvenil. En Rosario y Buenos Aires ya hubo varios casos similares, con dealers que operaban desde Telegram o plazas. “La gente cree que es algo más limpio, pero en realidad puede ser más peligroso”, advirtió un funcionario del área de salud pública.
El negocio del “vapo” ya no se limita al placer: es una industria paralela que crece al ritmo de las tendencias globales. La PFA cree que este tipo de redes son apenas el comienzo de un mercado ilegal que encontró su versión electrónica del porro.
















