Empresarios piden reforma tributaria y un Estado más eficiente para reactivar al sector privado

En diálogo con el programa “El Quinto Poder” por #LA17, el presidente de la Federación Empresarial del Chubut, Carlos Lorenzo, planteó que el anuncio de una reforma tributaria nacional abre una oportunidad que no debería limitarse a cambios parciales y aislados. El dirigente empresario afirmó que tiene “cifradas expectativas” y pidió que el debate incluya también ajustes a nivel provincial y municipal para ordenar un esquema impositivo que considera distorsivo y difícil de sostener para el sector privado.

Lorenzo explicó que en la última reunión del comité ejecutivo de la Federación comenzaron a organizarse para seguir de cerca los borradores de la reforma y producir aportes técnicos. Sostuvo que la discusión no puede centrarse sólo en la baja del IVA o en la modificación de un impuesto puntual, sino que debe incluir tributos como Ingresos Brutos y la tasa de Seguridad e Higiene, que en muchas ciudades se calculan sobre la facturación. Recordó que, si se trata de una tasa, debería estar vinculada a servicios concretos y a la superficie de los locales, y no a un porcentaje sobre las ventas.

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Para Lorenzo, el propósito de la reforma debería ser mejorar la competitividad de la economía regional frente a otros países. En ese punto mencionó el contraste con Paraguay, donde la estructura impositiva resulta mucho más liviana. Aseguró que, para que las empresas locales puedan “insertarse en este mundo globalizado”, necesitan reglas similares a las de otros mercados y una carga tributaria que no funcione como castigo a la inversión.

El presidente de la Federación Empresarial describió además el impacto de un Estado sobredimensionado sobre la estructura productiva. Señaló que “el estado está sobredimensionado” y que el empleo público no puede ser la salida laboral automática para quien necesita un ingreso, porque eso desvirtúa la función de la administración. Recordó que en otra época los puestos estatales se reservaban a equipos profesionales de prestigio y que la modernización tecnológica debería haber permitido reducir estructuras, algo que, según contó, no ocurrió.

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Lorenzo vinculó el debate impositivo con la situación del mercado de trabajo y con la necesidad de revisar el régimen laboral. Planteó que “llegó el momento de que el país en algunas cosas tiene que cambiar” y que las provincias y los municipios también deberán revisar su forma de financiarse. Mencionó propuestas como la reducción de cargas patronales y la creación de fondos de cese inspirados en convenios como el de la construcción, herramientas que, a su criterio, pueden dar previsibilidad a empleadores y trabajadores.

El empresario describió un cuadro recesivo que golpea con fuerza a las pequeñas y medianas firmas de la provincia. Indicó que muchas pymes se endeudan para sostener puestos de trabajo y que la combinación de presión impositiva y caída de la actividad deja a los dueños “defendiendo el empleo” aun cuando eso pone en riesgo la continuidad de sus negocios. En ese contexto, remarcó la necesidad de políticas de apoyo específicas para compañías que generan puestos formales en economías regionales.

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La entrevista también incluyó una crítica al uso de los impuestos específicos, en particular al que se cobra sobre los combustibles. Lorenzo coincidió con el planteo de que existe “un impuesto absolutamente distorsivo, que es del 48% por cada litro de nafta” y remarcó que esos recursos deberían destinarse de manera visible al mantenimiento de rutas. Puso como ejemplo la situación de Esquel, que describió como una ciudad prácticamente aislada por el estado de los accesos, y mencionó tramos de la Ruta 25 y de la Ruta 40 que resultan muy difíciles de transitar con vehículos livianos.

A partir de esa descripción, cuestionó la forma en que se ejecutan las obras viales y los criterios con que se realizan las inversiones. Remarcó que “todo está en tela de juicio” cuando se observan rutas nuevas en mal estado frente a trazados más antiguos que se conservan en mejores condiciones, y pidió que las futuras obras se hagan con estándares que aseguren durabilidad y mantenimiento razonable. Señaló que, en algunos corredores con alto tránsito, podrían evaluarse esquemas de concesión privada, mientras que en otros seguiría siendo indispensable el aporte del Estado.

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Sobre el cierre, Lorenzo volvió al eje de la reforma tributaria y al efecto que puede tener en el corto plazo. Advirtió que los cambios seguramente profundizarán la recesión en una primera etapa, pero sostuvo que “todo tiene que ver con todo” y que el objetivo debe ser llegar a un país más previsible, con menos presión fiscal, un Estado más ordenado y mejores condiciones para que el sector privado genere empleo. Dijo que el empresariado está dispuesto a participar del debate y a proponer alternativas, siempre que el proceso avance con responsabilidad y sin promesas grandilocuentes.