Los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa hablaron del documental sobre su muerte

El estreno del documental “50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa”, en la plataforma Netflix, reabrió el debate público sobre uno de los hechos criminales más conmocionantes de los últimos años. Seis de los ocho jóvenes condenados por el asesinato ocurrido en enero de 2020 decidieron hablar desde la cárcel, y ofrecieron su versión sobre la noche del ataque, el juicio en Dolores y el impacto que la causa generó en sus familias. El film reconstruye el caso con material inédito, testimonios clave y la voz de los protagonistas directos, incluidos los padres de Fernando, abogados y testigos.

La producción revisita la madrugada del crimen frente al boliche Le Brique, en Villa Gesell, donde Fernando fue atacado a golpes hasta morir. A partir de ese momento, el documental describe la investigación judicial, la recolección de pruebas y el proceso que culminó con las duras penas dictadas por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Dolores, que impuso prisión perpetua a cinco de los acusados y condenas de 15 años para otros tres. La causa, seguida en todo el país, marcó un antes y un después en materia de violencia grupal.

OTRAS NOTICIAS:

De Vido se presentó en Comodoro Py para comenzar a cumplir la pena por la Tragedia de Once

Uno de los testimonios centrales del documental es el de Máximo Thomsen, condenado a prisión perpetua, quien ya había hablado públicamente en otra oportunidad. Su aparición vuelve a poner en escena el peso del expediente judicial y su rol durante el ataque, un punto que sigue siendo eje de discusión entre las partes involucradas y la opinión pública. Desde el penal de Melchor Romero, Thomsen habló también sobre el impacto que la condena tuvo en su entorno familiar.

El film también incluye las declaraciones de Luciano y Ciro Pertossi, ambos sentenciados a prisión perpetua, quienes describieron cómo atravesaron el juicio y el aislamiento social posterior al veredicto. Sus intervenciones se suman a la de Enzo Comelli, otro de los condenados a la pena máxima, que expresó su mirada sobre el proceso judicial y la carga emocional del caso, uno de los más seguidos por los medios en la última década.

OTRAS NOTICIAS:

Empresarios piden reforma tributaria y un Estado más eficiente para reactivar al sector privado

Entre quienes recibieron una pena menor pero igualmente severa figuran Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, condenados a 15 años de prisión. Ambos aceptaron participar y relataron cómo vivieron el juicio, el paso por la unidad penitenciaria y sus reflexiones posteriores al fallo. Sus palabras se insertan en una narrativa que busca mostrar el estado actual de los protagonistas del caso desde adentro del sistema carcelario.

En contraste, los dos acusados que no aparecen en el documental son Matías Benicelli, condenado a prisión perpetua, y Lucas Pertossi, sentenciado a 15 años. La ausencia de ambos fue mencionada como una decisión personal y no vinculada a la producción, según confirmaron fuentes cercanas al proyecto. Sus perfiles ya habían sido parte de la cobertura mediática durante el juicio, aunque esta vez optaron por no formar parte del registro audiovisual.

OTRAS NOTICIAS:

Cruce político en Río Negro por dichos de Villaverde tras el granizo que arrasó el Alto Valle

El largometraje ofrece también la perspectiva de los padres de Fernando, quienes volvieron a recordar la vida del joven, el impacto de su muerte y su búsqueda permanente de justicia. Sus testimonios, junto con el repaso de imágenes nunca antes difundidas, dotan al documental de un carácter sensible y de fuerte carga emocional, que retoma la dimensión humana del caso más allá de su arista judicial.

Con su estreno global, el documental vuelve a instalar el debate sobre violencia colectiva, responsabilidad penal y tratamiento mediático en delitos que generan fuerte conmoción social. La historia, examinada desde múltiples voces, vuelve a interpelar a una sociedad que siguió el caso desde el primer día y que continúa examinando sus implicancias a casi cinco años del hecho.

Fuente: NA.