Araño cuestionó el regreso del estacionamiento pago y alertó por descontrol en las playas

El debate por el regreso del estacionamiento medido sumó una voz frontal. Alejandro Araño, concejal de Compromiso Ciudadano, rechazó el proyecto enviado por el Ejecutivo y calificó como inadmisible la idea de otorgar una concesión por cinco años. “Es una locura. El intendente sufrió el problema de la concesión anterior, fue un clavo en el zapato. Y ahora parece querer dejarle otro clavo al gobierno que venga”, dijo.

Aseguró que su bloque no apuesta a desfinanciar al municipio, pero advirtió que cobrar estacionamiento sin ofrecer servicios es un despropósito. “No hay ordenamiento vial, no hay señalización, los inspectores trabajan con poca información. El turista paga pero no recibe nada. Es cobrar por cobrar”, remarcó, comparando el esquema propuesto con la actividad de los trapitos.

Araño planteó que, si el cobro avanza, debe aplicarse en zonas puntuales y con un destino claro para los fondos. “Si dijeran que el dinero se usa para accesos, semáforos o señalización, sería distinto. Hoy no existe una finalidad concreta”, sostuvo.

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El edil también se refirió a la situación en playas y comercios ante el flujo anticipado de turistas. Contó que mantuvo “tres o cuatro reuniones” con el secretario de Comercio, Sebastián Senger, donde expusieron la necesidad de priorizar al trabajador y al comerciante local. El escenario, afirmó, se complica por episodios de violencia, ventas sin controles y situaciones que calificó como “más cercanas a lo mafioso” en sectores como la primera bajada de Las Grutas.

Ante la venta de alimentos sin autorización, pidió una presencia estatal directa en la costa. “Hay que informar a turistas y vecinos sobre cuestiones bromatológicas, porque esto puede poner en riesgo la salud de la gente”, advirtió.

Araño insistió en que el municipio debe “volver al eje original” y proteger al comercio local con controles reales para evitar competencia desleal. Reclamó además que los comerciantes contraten personal local y verificado para prevenir conflictos como los de temporadas anteriores. “En los últimos tiempos esto se transformó en un terreno de nadie. Si el Estado controla, el privado será un aliado estratégico. Hoy cualquiera hace lo que quiere en la playa”, afirmó.

Por último, adelantó que participará de la comisión de Tierras para revisar expedientes particulares, entre ellos uno relacionado a pulperos. Explicó que el proyecto está bajo análisis en el Consejo Asesor de Planificación porque podría afectar una calle pública, algo que su bloque no acompañará.