El Vaticano confirmó la renuncia del obispo español acusado de abusar de un menor

La renuncia del obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, quedó formalizada en el boletín del Vaticano y marcó un paso institucional significativo en la gestión del papa León XIV, quien asumió en 2025 tras la muerte de Francisco. La decisión se conoció pocos días después de que la denuncia tomara estado público, aunque el prelado había presentado su dimisión al cumplir 75 años más de un año atrás, tal como exige la normativa canónica.

Según fuentes eclesiásticas, la acusación que motivó la investigación apunta a presuntos abusos cometidos contra un menor entre 1994 y los primeros años del 2000, cuando Zornoza se desempeñaba como formador en el seminario de Getafe. La Santa Sede tenía conocimiento del caso desde hacía cuatro meses, un dato que confirma la apertura de un expediente reservado previo a la comunicación oficial.

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Durante una conferencia reciente, Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, reconoció con “dolor” que la apertura de una pesquisa vaticana “otorga verosimilitud a la acusación”, aunque remarcó que el obispo mantiene la presunción de inocencia hasta que finalice el proceso. El propio León XIV sostuvo que la investigación continuará su curso y que, una vez concluida, “se determinarán las consecuencias”, en una breve respuesta registrada por la prensa internacional.

En paralelo, Zornoza emitió un mensaje en el que negó las acusaciones y anunció su decisión de suspender toda actividad pública, señalando además que atraviesa un tratamiento por un cáncer agresivo que no había trascendido. Voces allegadas confirmaron que permanecerá apartado mientras prosiga la evaluación del caso en Roma.

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Mientras se resuelve la situación definitiva, el Vaticano designó como administrador apostólico al obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Ramón Valdivia, quien quedará a cargo de la conducción pastoral y administrativa de la diócesis. La medida se interpreta como una señal de intervención clara ante un expediente especialmente sensible para la Iglesia española, que en los últimos años debió afrontar crecientes denuncias de abusos dentro de instituciones religiosas.

La investigación avanzada por la Santa Sede se suma a los procesos judiciales iniciados en España y conforma uno de los primeros casos de alto perfil gestionados bajo el pontificado de León XIV, quien tiene el desafío de reconstruir confianza interna y responder a demandas crecientes de transparencia. La renuncia aceptada y la designación inmediata de un administrador interino reflejan un intento de dar señales públicas de firmeza institucional frente a un hecho que conmueve al ámbito eclesial y a la sociedad española.

Fuente: NA.