De Narváez avanza hacia una jugada que sacude el mapa del supermercadismo

Francisco de Narváez quedó a un paso de protagonizar un movimiento que reconfigura el tablero comercial argentino. La propuesta que llevó a París, cercana a los US$ 1.000 millones, lo ubicó como firme candidato para tomar el control de Carrefour Argentina y abrir una etapa que lo devuelve al centro del supermercadismo local. La negociación quedó en manos de la casa matriz francesa, que evalúa las ofertas y podría habilitar la ronda final en cuestión de días.

La intención de De Narváez no surgió de un impulso reciente, sino de una estrategia trabajada en silencio durante meses. GDN, su holding, aparece al frente del consorcio interesado, acompañado por el fondo L Catterton, socio en distintas marcas de consumo e indumentaria. Esa alianza marcó un punto decisivo para competir por un gigante como Carrefour, cuya operación en el país tiene más de 17 mil empleados y presencia en más de cien municipios.

El proceso se abrió bajo la supervisión del Deutsche Bank, encargado de recibir las ofertas vinculantes. Hasta el martes pasado, además de GDN, habían mostrado interés Coto y el fondo estadounidense Klaff Realty. Sin embargo, el rumbo parece inclinarse hacia la propuesta encabezada por el empresario argentino, que ya anticipó su disposición para avanzar con una integración inmediata si recibe el visto bueno del directorio francés.

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La jugada implicaría el regreso pleno del llamado “Colo” al rubro que marcó la historia de su familia. Casa Tía, fundada en 1946 y expandida por la región, fue el inicio de un recorrido que se extendió hasta la venta de la cadena en 1999. Ese cierre dejó al empresario lejos de los pasillos del retail nacional durante dos décadas, hasta que en 2020 reingresó con fuerza al comprar Walmart Argentina, operación que derivó en la marca Changomás.

Esa adquisición marcó un punto de inflexión. Con 55 sucursales en el país y un crecimiento estable, Changomás se consolidó como la base de un proyecto mayor. La posible absorción de Carrefour potenciaría esa expansión y permitiría alcanzar cerca del 29% del comercio minorista nacional, un volumen que pocas compañías manejaron en la historia reciente del sector.

Para garantizar liquidez y continuar la puja, De Narváez prepara la venta de Ta-Ta, con 93 tiendas en Uruguay. El grupo Vierci, de Paraguay, aparece como comprador inminente. Con ese paso, GDN liberaría recursos para realizar la mayor operación de su trayectoria y reorganizar su presencia regional, en la que Argentina pasaría a ocupar el rol principal.

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El tamaño de Carrefour en Argentina funciona como un atractivo adicional. Sus formatos hipermercado, supermercado y proximidad le dan una cobertura territorial que encaja con la estrategia de expansión de Changomás. La complementariedad entre ambas estructuras operativas permitiría optimizar logística, abastecimiento y negociación con proveedores, sin alterar la identidad de cada marca.

La historia del grupo muestra la capacidad de De Narváez para moverse con velocidad cuando encuentra el escenario adecuado. Ya lo hizo en 2020 al quedarse con Walmart y rebautizar su red. Y ahora, con una ventana única abierta en el mercado, apuesta a dar un salto que lo coloca otra vez entre los nombres centrales del negocio minorista.

Mientras la decisión final se acerca, el empresariado local sigue de cerca cada movimiento. De concretarse, la operación no solo modificaría el balance del comercio argentino, sino que marcaría el retorno definitivo de uno de los protagonistas más influyentes del sector, decidido a sumar otra pieza pesada a su estructura regional.