Milei acelera el “toma y daca” con los gobernadores a cambio de la reforma laboral

El gobierno de Javier Milei profundizó esta semana una negociación intensa y silenciosa con los gobernadores para garantizarse apoyo legislativo en dos frentes decisivos: el Presupuesto 2026 y la reforma laboral. La Casa Rosada considera que ambos proyectos son indispensables para sostener su programa económico y, en ese marco, habilitó un menú de concesiones que las provincias vienen reclamando desde hace meses.

En las últimas horas se confirmó que el Ejecutivo enviará el 9 de diciembre su proyecto de reforma laboral, pieza central del paquete elaborado en el Consejo de Mayo. Paralelamente, el ministro del Interior, Diego Santilli, abrió conversaciones con casi todos los mandatarios provinciales y puso sobre la mesa beneficios concretos: reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), autorización de endeudamiento dentro del Presupuesto 2026, liberación de fondos retenidos y mayor flexibilidad en materia tributaria. También se evalúa acompañar reclamos sectoriales, como la modificación de la Ley de Glaciares para facilitar inversiones mineras.

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Las concesiones avanzan mientras el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, fija las condiciones del acuerdo. Entre ellas figura la aprobación del Presupuesto 2026, la media sanción de la reforma laboral y la sanción de la Ley del Plan Colchón, que permitiría el ingreso de dólares no declarados al sistema. Además, la Casa Rosada exige que todas las provincias apliquen el Régimen de Transparencia Fiscal, que obliga a discriminar en los tickets el IVA y los impuestos internos, convertido ahora en un test político de alineamiento.

Santilli ya mantuvo reuniones con 14 gobernadores en un raid federal que incluyó a Ignacio Torres, Raúl Jalil, Marcelo Orrego, Martín Llaryora, Gustavo Sáenz, Osvaldo Jaldo, Leandro Zdero, Alberto Weretilneck, Rogelio Frigerio, Alfredo Cornejo, Carlos Sadir, Rolando Figueroa, Gerardo Zamora y Hugo Passalacqua. Quedan mandatarios por ver, aunque se descarta cualquier diálogo con Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Gustavo Melella, a quienes Milei considera políticamente fuera de negociación.

Toda decisión se centraliza en una mesa chica que integran Karina Milei, Caputo y el propio Santilli, con intervención ocasional de Eduardo “Lule” Menem, Patricia Bullrich y Santiago Caputo. “Nada se firma sin consenso interno”, señalan colaboradores del ministro del Interior, dejando en claro que el armado político porta supervisión directa de la hermana presidencial.

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La semana pasada se realizó una cumbre en Casa Rosada encabezada por Caputo, Karina Milei, Manuel Adorni y Santilli. Allí repasaron provincia por provincia el escenario de votos para el Presupuesto y la reforma laboral. Desde entonces, la ofensiva se aceleró: reuniones en Misiones con Passalacqua para acordar una agenda común, encuentros en Santiago del Estero con Gerardo Zamora y el gobernador electo Elías Suárez para avanzar en el paquete fiscal, y un respaldo explícito del chaqueño Leandro Zdero al Presupuesto y la reforma laboral. En Río Negro, Alberto Weretilneck abrió un canal de diálogo para acompañar las próximas reformas.

En el oficialismo admiten que sin los votos de los diputados ligados a los gobernadores no habrá Presupuesto, y sin Presupuesto no habrá continuidad del programa económico. Las provincias, mientras tanto, buscan recuperar margen financiero tras meses de fricción con la Nación. En ese equilibrio inestable, los ATN, el endeudamiento y los fondos retenidos se convirtieron en moneda de cambio. “Todos necesitan algo, y nosotros necesitamos los votos. Es ahora o nunca”, sintetizan en Balcarce 50.