
Chile impulsa una alianza con Argentina y Bolivia para fijar un precio estratégico del litio
Actualidad29/11/2025
REDACCIÓN
La región que concentra las mayores reservas de litio del planeta podría dar un paso inédito. La Cámara Internacional del Litio y Energías (CIL Lithium), con sede en Chile, presentó una propuesta para que Argentina, Bolivia y Chile unan fuerzas y dejen de ser simples proveedores de materia prima. El objetivo es influir en el mercado global con una estrategia común y un precio diferencial frente a la volatilidad internacional.


La presidenta de la organización, Pamela Goicovich, fue clara. “Los tres países deben coordinar esfuerzos porque la competencia no es entre vecinos, sino ante un mercado dinámico y estresado”, afirmó. Según explicó, el litio del triángulo salteño-atacameño posee condiciones únicas: abundancia geológica, eficiencia y producción alimentada por energía solar.
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La entidad también plantea avanzar hacia un posicionamiento regional que permita obtener mejores precios. “El litio del Triángulo es inherentemente más valioso”, sostuvo Goicovich, al remarcar el aporte de comunidades originarias y la creciente demanda global, que podría trepar por encima del 30% anual. En este escenario, la CIL proyecta un precio estabilizado entre 20.000 y 25.000 dólares por tonelada.
El director Sebastián Quiñones destacó otro factor clave. “Muchos proyectos solo serán viables si adoptan tecnología de extracción directa eficiente en términos de Capex”, señaló, al reconocer el rol de Argentina como referencia en la implementación de estos métodos en más de 35 proyectos.
La propuesta se sostiene sobre tres pilares: crecimiento económico compartido, integración entre tecnología, academia y comunidades originarias, y estandarización ambiental y social. Esto incluye consumo hídrico responsable, uso eficiente de energía y más participación femenina en la industria.
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Chile busca asumir un rol central en la logística. “Tenemos los mejores puertos estratégicos del norte para apoyar la exportación regional”, afirmó Goicovich, al señalar que la combinación de reservas, infraestructura y experiencia minera podría potenciar a la región como un actor global.
Con metas a 2030, la CIL propone generar confianza entre gobiernos, investigadores e industria, además de impulsar una transición desde el carbonato hacia productos de mayor valor agregado, como hidróxido o cloruro de litio.
Para los directivos, la mirada debe ser más amplia. “Hablar de litio implica considerar soluciones como la energía geotérmica y el hidrógeno verde”, remarcó Quiñones, al insistir en que la transformación energética requiere una coordinación mayor.
















