La Justicia revoca el sobreseimiento y reabre la causa por la muerte de un joven desaparecido en 1984
Policiales29/11/2025
REDACCIÓN
Diego Fernández y Cristian Graf
La causa por la desaparición y muerte de Diego Fernández Lima —un adolescente de 16 años que fue visto por última vez en julio de 1984— volvió a quedar vigente tras una decisión reciente de la Cámara Nacional de Apelaciones. En noviembre de 2025, el tribunal anuló el sobreseimiento dictado en octubre contra Cristian Graf, dueño de la casa donde se hallaron los restos del joven, y ordenó que la Justicia reabra la investigación por el crimen.
El caso había tomado notoriedad luego del hallazgo, en mayo pasado, de restos humanos enterrados en un jardín del barrio porteño de Coghlan, en una propiedad vinculada a Graf. El análisis del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó que los restos pertenecían a Fernández Lima y determinó que la causa de muerte fue un apuñalamiento, seguido por un intento de desmembramiento.
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En su resolución previa, el juez a cargo había dictado el sobreseimiento argumentando que el homicidio estaba prescripto, ya que habían pasado más de 40 años, y que no se había probado participación directa de Graf. Además, sostuvo que al momento del hallazgo ya había comenzado la investigación policial, por lo que la posibilidad de entorpecimiento era mínima.
Pero para la fiscalía y la querella, la causa no estaba cerrada. El representante del Ministerio Público, Martín López Perrando, apeló la decisión, argumentando que “el enterramiento original se encuentra completamente ubicado dentro del predio contiguo” y que existe evidencia de maniobras orientadas a ocultar el cuerpo.
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En su apelación, el fiscal repasó declaraciones de albañiles que trabajaban en una obra lindera a la propiedad, quienes aseguraron que el sospechoso había pedido previamente cuidado con un árbol cercano al lugar donde más tarde aparecieron los huesos. Para ellos, esas advertencias muestran un “conocimiento previo de la fosa” y una posible intención de ocultar la evidencia.
La Cámara aceptó esos argumentos y consideró que las explicaciones previas no resultaban suficientes para descartar una investigación judicial. Con su fallo, dejó sin validez el sobreseimiento y ordenó reabrir la causa, en lo que representa un giro dramático en una historia que permaneció archivada durante décadas.
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La decisión genera nuevas expectativas en la familia de la víctima, que desde hace más de 40 años exigía respuestas. También reaviva la discusión sobre crímenes de larga data que permanecieron impunes por prescripción, hasta el hallazgo fortuito de restos y la actuación de cuerpos forenses. Esta reapertura podría propiciar nuevas líneas de investigación, testimonios pendientes y una revisión más profunda del expediente.
Fuente: Radio Mitre, tiempo judicial, Clarín, La Nación
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