
Afirman que la Argentina tiene condiciones únicas para liderar el futuro energético regional
Actualidad30/11/2025
REDACCIÓN
El escenario energético volvió al centro de la agenda luego de que Fernando Monteverde, CEO de Siemens Energy, analizara la situación del país y describiera un horizonte con oportunidades amplias en petróleo, gas y renovables. “El país está tocado por la varita”, afirmó en diálogo con la agencia Noticias Argentinas, al interpretar que los recursos naturales, la expansión de Vaca Muerta y la diversidad tecnológica configuran una plataforma sólida para avanzar en exportación y abastecimiento interno.


Monteverde señaló que la transformación en Vaca Muerta atraviesa un punto decisivo. La producción de gas y petróleo crece, los envíos hacia Chile y Brasil se amplían, y los gasoductos ya acompañan ese movimiento con obras que buscan aumentar la capacidad de transporte. El sector dejó atrás la dependencia de barcos de GNL y reordenó su funcionamiento para estabilizar la oferta durante los meses de mayor consumo. El ejecutivo sostuvo que la matriz energética muestra señales firmes en Oil&Gas y un horizonte claro de expansión.
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El análisis incluyó un repaso sobre el potencial renovable, con especial énfasis en los recursos eólicos patagónicos y la radiación solar del Norte del país. La presencia de tres centrales nucleares y el avance en un reactor modular completaron una lectura que incorporó minería, litio, cobre y otras materias primas estratégicas. Esa combinación, afirmó, convierte al país en un actor relevante para los próximos años. “Argentina tiene todas las condiciones para sacarla de la cancha en materia energética”, expresó.
La discusión técnica se concentró luego en la transmisión eléctrica. Monteverde explicó que la red nacional parte de una ventaja comparativa: un 50% de su matriz depende del gas, lo que le otorga estabilidad frente a la intermitencia de la energía renovable. Aun así, alertó sobre límites concretos: los cuellos de botella en Buenos Aires y el AMBA requieren obras urgentes, ya que la inversión de los últimos años estuvo por debajo de lo necesario. Para sostener el crecimiento, dijo, la expansión de la transmisión debe avanzar al mismo ritmo que la generación.
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El directivo analizó además el nuevo modelo que impulsa el Gobierno, orientado a contratos privados entre generadores y consumidores, sin intervención directa del Estado. La transición genera interrogantes para los inversores, sobre todo en provincias con empresas de energía que arrastran déficits o dificultades de pago. Monteverde sostuvo que la incertidumbre sobre quién compra la energía y con qué respaldo financiero condiciona las inversiones millonarias que requiere la infraestructura eléctrica, un punto central para la llegada de nuevos proyectos.
La integración regional apareció como otro eje clave. Monteverde planteó que la conexión eléctrica entre países permitiría intercambiar excedentes por períodos climáticos o variaciones en la producción, al estilo europeo. Si Brasil tuviera lluvias abundantes, la energía hidroeléctrica podría viajar hacia el sur, mientras que en años secos el flujo podría revertirse con gas, solar o fotovoltaica argentina. “Una integración energética haría que tengamos redes más seguras, más resilientes y energía más barata”, insistió.
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El diálogo avanzó hacia la eficiencia y la electrificación dentro de Vaca Muerta, una propuesta que busca reemplazar motores diésel por energía generada a partir del propio gas del yacimiento. El proyecto apunta a eliminar transporte de combustible, reducir emisiones y mejorar la confiabilidad operativa. Una planta centralizada, con ciclos combinados, abastecería pozos conectados por un mallado eléctrico interno. Monteverde describió esta iniciativa como un salto de sostenibilidad y productividad para la etapa que viene.
La posibilidad de exportar energía o servicios asociados también formó parte del análisis. La empresa trabaja con TotalEnergies en Ushuaia y colabora con gobiernos de países vecinos para instalar compresión y generación con gas proveniente del yacimiento neuquino. Según Monteverde, ese movimiento abre un camino para mejorar la balanza energética y producir divisas estables.
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El diagnóstico final combinó optimismo y advertencias. El país cuenta con recursos, conocimiento y una matriz diversa, pero necesita acelerar obras de transmisión, consolidar un marco de inversión claro y profundizar la integración regional. Para Monteverde, el futuro energético dependerá de un ritmo sostenido de proyectos y de una infraestructura que acompañe el crecimiento sin interrupciones, un objetivo que requiere coordinación estatal y privada en todas las etapas del proceso.
Fuente: NA.


















