
Odarda pide volver a los guardafaunas: “Con dos, no se protege una provincia”
Actualidad02/12/2025
Sergio Bustos
La Legislatura de Río Negro sumó un debate con tono de urgencia ambiental. La legisladora provincial Magdalena Odarda (Vamos con Todos), acompañada por José Luis Berros y Ayelén Spósito, presentó un proyecto para recuperar la figura del guardafauna, hoy prácticamente desaparecida en el territorio.


El punto de arranque del planteo es un número que incomoda. Odarda afirmó que Río Negro cuenta actualmente con solo dos guardafaunas para toda la provincia, una dotación que considera insuficiente incluso para cubrir áreas protegidas, y mucho menos para sostener controles en un mapa tan extenso.
En su exposición, la legisladora ubicó esa falta de presencia estatal en un escenario que describe como repetido y grave. Mencionó casos de matanza de cóndores, guanacos, choiques y otros animales nativos en distintos puntos, con episodios que, según advirtió, se multiplican sin controles ni respuestas efectivas.
Odarda puso el foco en la relación directa entre control y protección. “La realidad es simple y grave: sin guardafaunas no hay protección posible. No podemos seguir mirando para otro lado mientras desaparecen especies que forman parte de nuestra identidad y de nuestros bienes naturales comunes”, afirmó.
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El proyecto no se queda en la idea general de “sumar personal”. También propone un cambio institucional: que los guardafaunas, que hoy dependen del Ministerio de Producción, pasen a la órbita de la Secretaría de Ambiente. La mirada política es clara: si el objetivo es cuidado y fiscalización ambiental, la conducción debe estar en el área que define políticas de preservación.
La iniciativa además plantea una revisión profunda de la Ley de Fauna vigente. Odarda cuestiona que el marco actual sostenga un enfoque productivista, donde los animales se consideran recursos, y pide una actualización que incorpore una perspectiva conservacionista.
En su argumentación, el Estado debe asumir una obligación más fuerte: proteger ecosistemas completos, no solo administrar permisos o intervenir después de los hechos. La propuesta apunta a reforzar controles, prevención y capacidad real de intervención en el territorio.
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Odarda sostuvo que la discusión ya pasó el plano administrativo. “No estamos discutiendo una cuestión administrativa: estamos hablando de cóndores envenenados, de guanacos baleados, de choiques que desaparecen porque nadie controla nada”, dijo.
También remarcó el límite operativo de la situación actual. “Con dos guardafaunas no se puede proteger ni una reserva, menos una provincia entera. O se refuerza la protección ahora, o seguiremos permitiendo que estas matanzas queden impunes”, afirmó.
El proyecto abre una discusión de fondo: qué lugar ocupa la fauna silvestre en la agenda pública y cómo se organiza el control en un territorio con zonas rurales amplias, caminos extensos y áreas de difícil acceso. Para el bloque, sin un cuerpo activo y con presencia, la norma queda escrita pero no actúa.
Ahora la iniciativa entra al circuito legislativo. Si prospera, puede reordenar funciones, dependencia y enfoque de la política de fauna en Río Negro. Si no avanza, Odarda anticipa que la provincia seguirá con un esquema mínimo, sin músculo para prevenir ni investigar y con episodios que vuelven a repetirse.
















