
Crearmet montó 70 módulos en 65 días y acelera la obra modular en la Patagonia
Actualidad03/12/2025
Sergio Bustos
La construcción modular suma ritmo en el sur y una empresa neuquina empuja la vara. Crearmet, encabezada por Felipe Pizzorno, exhibe un dato que impacta por tiempos y logística: 70 módulos montados en apenas 65 días, con fabricación en planta y montaje a contrarreloj en plena Patagonia.


Pizzorno explicó que la firma apuesta por el diseño metalúrgico a medida y por un esquema de armado que reduce plazos sin resignar terminaciones. Con más de 25 años en el rubro, Crearmet consolidó un perfil mixto: obras personalizadas por encargo y una línea modular que ya funciona como marca registrada.
El hito más visible llegó en el cerro Chapelco, con un contrato para Vía Bariloche. Allí, la empresa fabricó y montó un comedor de 1.000 m² con un calendario apretado: 40 días de fabricación y 25 días de montaje en condiciones climáticas adversas. El objetivo era claro: llegar antes de la temporada de nieve con un espacio operativo.
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El resultado fue un edificio completo y listo para uso, con cocina, comedor y sanitarios, además de frente aventanado. Pizzorno lo resumió sin vueltas: “La rapidez de montaje es nuestra especialidad”.
Ese ritmo no aparece de casualidad. La compañía sostiene una capacidad de 50 módulos por mes, con procesos parcialmente robotizados que acortan tiempos y bajan costos. Esa combinación gana valor en la cuenca neuquina, donde las decisiones se toman rápido y los proyectos piden respuesta inmediata.
En ese mercado, el producto más demandado de Crearmet son los módulos habitacionales. Pizzorno los definió como su principal fortaleza, por volumen y por adaptabilidad: soluciones para campamentos de 300 a 400 personas, con antecedentes de montajes para 600 plazas.
Los módulos incluyen habitaciones equipadas con camas, placares y televisores, además de baños completos y cocinas comedor. A eso se suman módulos sanitarios, oficinas y espacios de coworking, en un paquete que se ajusta según el perfil del cliente y el tamaño de cada operación.
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El salto de escala también aparece en el horizonte. Pizzorno proyectó un ciclo de movimiento sostenido y apuntó a obras que traccionan infraestructura. “Con el desarrollo de proyectos como el BEMOS y su segunda etapa, vemos que se vienen al menos tres años de gran crecimiento”, sostuvo. Y completó: “Eso va a requerir infraestructura y apoyo de la industria metalúrgica, y estamos preparados para acompañar con rapidez, diseño y capacidad de producción”.
Crearmet abastece a operadoras y también fabrica para otras proveedoras, lo que la ubica como una pieza que se repite en muchas cadenas de obra. En un mapa donde el petróleo y el gas empujan campamentos, bases y edificios de servicio, la construcción modular gana terreno por un motivo simple: llega antes.
















