
VMOS acelera y entra en la recta final: récord de soldaduras y la salida al mar en Punta Colorada
Actualidad04/12/2025
Sergio Bustos
El Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) dio un paso fuerte con el cierre metálico del ducto y ahora entra en la fase de instalaciones de superficie y pruebas hidráulicas. El proyecto une Allen con Punta Colorada a lo largo de 437 kilómetros y busca abrir una nueva vía de exportación de crudo desde Río Negro.


El megaproyecto VMOS avanza con un ritmo que sorprendió incluso dentro de la propia obra. La confirmación del cierre metálico marcó el final de la etapa de soldaduras de la línea principal y dejó al oleoducto “completo” en su traza, a la espera de terminaciones y puesta a punto. La soldadura final se ejecutó en el ingreso a la futura terminal portuaria de Punta Colorada, en el Golfo San Matías.
El ducto lo impulsa un consorcio encabezado por YPF e integrado por compañías como Vista, Pan American Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol, Shell y Tecpetrol. El objetivo es aumentar la capacidad de evacuación del shale neuquino y sostener una plataforma exportadora que hoy queda ajustada por infraestructura.
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Uno de los hitos que se destacaron en los últimos días fue el plazo: desde la primera soldadura en mayo hasta la última en noviembre, con trabajo en condiciones climáticas duras. En el sector lo leyeron como una señal de ejecución acelerada y con capacidad técnica local, con empresas y contratistas empujando el mismo cronograma.
En paralelo, la obra mostró un salto fuerte de productividad. En el entorno de Techint E&C explicaron que el equipo llegó a un récord de 175 soldaduras en una jornada, una marca que se convirtió en bandera del proyecto y que terminó empujando la construcción por delante del calendario.
Con el cierre metálico ya asegurado, el foco cambia de etapa. Ahora se viene el tramo menos visible, pero decisivo: instalación de superficie, válvulas, equipos de bombeo, controles, automatismos y las pruebas hidráulicas que validan la confiabilidad del sistema completo.
Si esa fase sale como está previsto, el cronograma apunta a que hacia fines de 2026 el oleoducto y las primeras instalaciones de almacenamiento queden operativas. La meta de mediano plazo es subir el transporte y acompañar el crecimiento de producción.
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En números, el VMOS proyecta una capacidad fuerte: apunta a llegar a 550.000 barriles diarios en 2027 y, con ampliaciones, escalar todavía más en una segunda etapa. Para eso, el sistema contempla estaciones de bombeo, válvulas de bloqueo y una integración fina con la terminal marítima.
Punta Colorada aparece como la pieza estratégica del cierre. La terminal permitirá sacar producción al Atlántico y operar buques de gran porte, un salto que puede cambiar la escala de exportación y los costos logísticos, con impacto directo sobre la competitividad del crudo argentino.
La obra ya se instaló como uno de los proyectos energéticos más grandes de los últimos años. Con el ducto soldado de punta a punta, el partido se juega ahora en los detalles técnicos: completar superficie, probar presión, integrar tanques y dejar listo el circuito para que el petróleo “corra” hasta el mar sin sobresaltos.
















