El incendio en El Turbio mantiene un frente inestable y limita el trabajo de brigadistas

El incendio que afecta a la zona de Loma de la Chancha–El Turbio continúa sin control y con un comportamiento que los equipos de emergencia definen como inestable. El Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF) informó que la actividad del frente se sostiene con fuerza tanto en la cabeza como en la cola, lo que obliga a mantener una estructura operativa de guardia permanente mientras se evalúan nuevas estrategias. La causa quedó atribuida a un rayo, según el parte oficial.

Durante la jornada del domingo, el humo redujo de manera significativa la visibilidad y los medios aéreos no pudieron operar, lo que llevó a concentrar esfuerzos en trabajos terrestres en áreas de acceso seguro. Esa limitación dejó sin traslado a parte del personal que debía ingresar a zonas altas y obligó a reorganizar turnos, con brigadistas en apresto a la espera de condiciones más favorables para avanzar.

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El combustible vegetal presente en el terreno, especialmente matorral y bosque nativo, continúa encendido en sectores profundos y mantiene un nivel de energía que dificulta cualquier intento de contención. A esa situación se suma la topografía abrupta, que vuelve complejos los desplazamientos, reduce la velocidad de respuesta y aumenta los riesgos operativos para quienes sostienen el combate cuerpo a cuerpo.

El domingo se registraron 26 °C de temperatura máxima, con una humedad mínima del 25 % y vientos del oeste que oscilaron entre 10 y 20 km/h, intensificándose hasta los 25 km/h hacia el mediodía. Ese cuadro meteorológico favoreció la actividad del fuego y retardó el establecimiento de líneas firmes. Personal ubicado en Puesto Jara trabajó en la ampliación y refuerzo de los márgenes de control mientras se definían nuevas intervenciones para continuar durante la noche.

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Las autoridades confirmaron que la superficie afectada está en evaluación, aunque remarcaron que el avance se produce sobre áreas de vegetación nativa. El operativo mantiene un puesto de comunicaciones funcionando en terreno, con coordinación entre brigadas provinciales, equipos del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, el ICE del Parque Nacional Lago Puelo, Protección Ciudadana, personal de salud y organismos locales que acompañan tareas logísticas.

Para este lunes, el SPMF anticipó un panorama que vuelve a plantear dificultades: 24 °C de máxima, humedad mínima del 25 % y vientos del oeste entre 10 y 20 km/h, con intensificación hacia el mediodía y posibles ráfagas. Además, se prevé probabilidad de tormentas aisladas, lo que podría agravar el comportamiento del incendio y condicionar nuevamente las operaciones aéreas.

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El humo seguirá siendo un factor decisivo para definir ingresos y repliegues. La reducción de visibilidad no solo limita vuelos, sino que también compromete la seguridad del personal en tierra, que debe evaluar minuto a minuto la posibilidad de avanzar sobre zonas inestables. Por ahora, el monitoreo continuará durante toda la noche y el análisis de las próximas horas será determinante para decidir si se pueden abrir nuevas líneas de control.

La continuidad del operativo dependerá de la evolución del frente, el comportamiento del combustible y los cambios del viento, factores que definen cada intervención. Mientras tanto, los organismos involucrados mantienen la guardia activa para sostener la protección de las áreas cercanas y planificar el despliegue de las próximas horas con la mayor precisión posible.