El primer teleférico urbano de Francia comienza a operar al sur de París

Según el podcast Enfoque Internacional de Radio Francia Internacional (RFI), en un informe de Raphaël Morán, Francia inauguró su primer gran teleférico urbano, ubicado al sur de París, una obra pensada para unir municipios históricamente separados por barreras viales y geográficas, y que comenzó a funcionar con una fuerte respuesta del público en sus primeras horas.

La apertura de la línea C1 del teleférico de Créteil se desarrolló en un clima festivo, con bandas y batucadas acompañando a los primeros pasajeros que subieron a las cabinas. El recorrido tiene 4,5 kilómetros, demandó una inversión de 138 millones de euros y conecta cuatro ciudades del sureste de la región parisina, ofreciendo una alternativa de movilidad eléctrica que no genera emisiones de CO₂.

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La alcaldesa de Limeil-Brévannes, Françoise Lecoufle, explicó por qué el teleférico resultó una solución viable frente a otras opciones de transporte. “Aquí el tráfico con autobuses es complicado. Tienen que evitar ferrocarriles, una autopista, cables eléctricos y una pendiente muy empinada. Entonces el teleférico está perfectamente adaptado para sobrevolar estos obstáculos”, señaló, al describir el entramado urbano que históricamente dificultó la conexión entre los municipios.

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Entre los primeros usuarios se destacó la expectativa por la reducción de los tiempos de viaje. Charlotte Demuth, profesora en un liceo de Créteil, relató su experiencia cotidiana y el cambio que espera a partir de esta nueva línea. “Actualmente tomo un autobús que tiene que dar muchas vueltas. A veces tardo hasta 45 minutos para ir a trabajar. El teleférico me hará ganar al menos 20 minutos”, contó mientras aguardaba para subir.

El nuevo sistema también apunta a disminuir el uso del automóvil particular. José, vecino de Villeneuve-Saint-Georges, asistió con su familia a conocer el servicio y resumió su expectativa de manera directa: “Vivo en Villeneuve St Georges. Ganaré al menos 15 minutos y podré dejar mi auto en la casa”, expresó, en una escena que se repitió entre varios de los primeros pasajeros.

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Además del ahorro de tiempo, los usuarios destacaron las condiciones de viaje. Las cabinas funcionan en silencio y cuentan con vigilancia mediante cámaras. Cristian, uno de los pasajeros entrevistados, valoró ese aspecto y la comodidad general del trayecto: “Es muy cómodo, más limpio que el bus. El aterrizaje es un poco más rápido que en los aviones, pero me acostumbraré”, comentó con tono distendido.

El teleférico fue construido por una empresa suiza con amplia experiencia internacional. Arno Inauen, director ejecutivo de Doppelmayr, contextualizó el proyecto francés dentro de una red más amplia de iniciativas similares. “El teleférico de La Paz fue nuestro proyecto más importante en el mundo. Transportamos más de 200.000 personas al día. Fue construido hace 10 años. Desde entonces la tecnología ha avanzado, pero es parecido al teleférico que construimos aquí”, explicó, y agregó que la empresa ya trabaja en nuevos proyectos en Ciudad de México y Puebla.

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La línea C1 tiene una capacidad de hasta 11.000 pasajeros por día y un costo de dos euros por viaje, integrándose al esquema de transporte público de la región. Con su puesta en marcha, París incorpora una modalidad que desde hace más de dos décadas forma parte del paisaje urbano en varias ciudades latinoamericanas, ahora adaptada al contexto metropolitano francés.

Material publicado por gentileza Radio Francia Internacional