Con la llegada del verano, recomiendan ajustar rutinas de ejercicio ante temperaturas elevadas

El inicio del verano trae consigo un escenario de temperaturas en aumento que impacta de lleno en la práctica de actividad física. Frente a estas condiciones, la Dra. María Alejandra Angrisani, médica cardióloga y especialista en medicina del deporte (M.N. 136.393), subrayó la importancia de sostener el movimiento, pero con criterios de cuidado. “Hay que hacer actividad, independientemente de la temperatura. Lo importante es ir en un horario en que la temperatura no sea tan extenuante. En general, uno trata de optar por horarios de la mañana o nochecita”, explicó.

La profesional remarcó que el tramo horario entre las 10:00 y las 16:00 concentra los mayores riesgos. En ese lapso se registran las temperaturas más altas, aumenta la probabilidad de deshidratación y se eleva la radiación ultravioleta, factores que incrementan el desgaste físico y la exposición innecesaria.

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Durante los meses de calor, Angrisani aconsejó moderar la exigencia de las rutinas. En lugar de sesiones extensas y demandantes, sugirió entrenamientos más cortos, frecuentes y de menor intensidad, con pausas regulares que permitan al organismo recuperarse y reducir la carga térmica acumulada.

La hidratación ocupa un lugar central en estas recomendaciones. “En épocas de altas temperaturas, aumenta la transpiración y se produce sensación de mayor fatiga debido a la pérdida de líquidos. Se deben ingerir líquidos con frecuencia y aportar electrolitos, mientras que entrenar en horas de mayor calor, no hará perder más calorías, sino perder líquidos y sales minerales que son vitales para seguir con la actividad”, indicó la especialista.

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En la misma línea, agregó que durante el ejercicio resulta conveniente hidratarse de manera regular, buscar espacios con sombra y beber líquidos incluso sin sensación de sed. “Se recomienda no beber alcohol, ya que aumenta la diuresis y la sudoración”, advirtió.

La alimentación y la vestimenta también forman parte de los cuidados. Se recomienda una ingesta fraccionada, con predominio de frutas y verduras, y evitar comidas copiosas, pesadas o calientes. En cuanto a la indumentaria, se sugiere ropa clara y liviana, el uso de gorra o visera para proteger cabeza y rostro, y la aplicación de protector solar antes de la exposición al sol.

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Las pautas médicas apuntan a adaptar el ejercicio al contexto climático, sin abandonar la actividad física, pero priorizando el bienestar general y la prevención de complicaciones asociadas al calor extremo.

Fuente: NA.