El flamante avión presidencial, que reemplazará al icónico Tango 01, llegó al país y rápidamente se viralizaron videos del momento de su aterrizaje, en el que se observa una inclinación pronunciada hacia su lado izquierdo. Esta maniobra, conocida como "vuelo rasante", es tradicionalmente empleada para celebrar el retiro de un piloto o la incorporación de una aeronave a la flota, en este caso la presidencial.

Sin embargo, algunos expertos y pilotos cuestionaron la necesidad de realizar dicha maniobra en esta ocasión. Carlos Rinzelli, piloto y consultor aeronáutico, consideró que, si no existía una coordinación previa o una solicitud expresa para realizarla, resultaba ilógico hacerla en un avión nuevo con pilotos recién habilitados. Aunque la maniobra no representa un riesgo para la nave ni su tripulación, se generó un debate sobre su pertinencia en esta situación particular.

El nuevo avión presidencial, conocido como ARG01, reemplazará al antiguo Tango 01, una aeronave adquirida durante el gobierno de Carlos Menem y que ya lleva varios años sin utilizarse para viajes oficiales. La inversión realizada para la adquisición del nuevo avión rondó los 25 millones de dólares y tiene capacidad para transportar a 39 pasajeros.

La Agrupación Aérea Presidencial emitió un comunicado en el que los comandantes Juan Pablo Pinto y Leonardo Luis Barone justificaron la maniobra. Según el comunicado, se solicitó permiso a la torre de control del aeropuerto para realizar un "sobrevuelo por el eje de pista como recepción de la aeronave incorporada a la flota aérea". Aseguraron que este tipo de pasajes es autorizado habitualmente y se lleva a cabo por el eje de pista sin sobrevolar obstáculos.

Aunque persisten opiniones encontradas sobre la pertinencia de la maniobra de aterrizaje del nuevo avión presidencial, la Agrupación Aérea Presidencial sostiene que se trata de un procedimiento habitual en situaciones de incorporación de una aeronave a la flota o de retiro de un comandante.