PRUEBA PILOTO EN MENDOZA: PRESOS A TRABAJAR

Funcionará en la cárcel de Almafuerte. La idea es que los reclusos sean capacitados en oficios que luego permitan su resocialización cuando salgan en libertad.

Actualidad 22 de mayo de 2024 Sergio Bustos Sergio Bustos
penal almafuerte
Penal Almafuerte.

La iniciativa se pone en marche en el moderno penal de Almafuerte, Cacheuta y los presos realizarán tareas remuneradas.

La iniciativa la había presentado el gobernador Alfredo Cornejo en su primera gestión al frente del ejecutivo y obliga a los presos a participar de talleres y capacitaciones con el fin de que accedan a determinados beneficios y ahora se complementa con un programa para poder salir en libertad con un empleo formal.

En conferencia de prensa, Cornejo dijo que quieren a los presos trabajando en oficios concretos que luego permitan la resocialización posterior, cuando salgan en libertad, una vez cumplida la condena.

El objetivo es que “puedan trabajar en cosas que realmente a la ciudadanía le hagan falta y le hagan falta al mercado. Hay empresas que hacen construcciones livianas, que está ofreciendo poner un taller ahí y pagarles el sueldo a ellos. Hay pinturerías que han preguntado si pueden llevar sus equipamientos y trabajarían allí”, detalló. 

El gobernador mendocino sostuvo que hay mucha gente trabajando en los talleres, pero no con el sector privado. La propuesta estará destinada a los presos con buena conducta.

Eduardo Orellana, director del Servicio Penitenciario de Mendoza, reconoció que en la provincia ya hay “una prueba piloto”, donde empresarios del calzado se instalaron hace varios años en distintas cárceles de la provincia, que luego concentraron en el Complejo Penitenciario San Felipe, y hoy se comercializa ese calzado en todo el país”, o al menos en el norte, porque a la Patagonia no ha llegado.

Orellana señaló que la cárcel recientemente estrenada en la provincia -Almafuerte II- tiene capacidad de instalar maquinarias y tecnología, y sostuvo que “hay que cambiar la matriz de enseñanza dentro de las cárceles para que la reinserción sea más alta en posibilidades de aceptación de las empresas”.

A su vez, aclaró que el Estado paga un porcentaje del sueldo de los reclusos y el otro porcentaje lo paga la empresa, que además recibe otros beneficios, como la gratuidad del alquiler del lugar, la seguridad, entre otras. “Es una propuesta muy interesante para el empresario”, agregó.

Los presos van a continuar privados de la libertad hasta que cumplan su condena, pero van a tener la posibilidad de tener de este modo un trabajo que les permita cobrar un sueldo. 

   

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