La industria del juguete entra en zona crítica y alerta por una Navidad con ventas en baja

La industria juguetera argentina atraviesa un momento límite. “El sector vive una de las etapas más delicadas de las últimas décadas”, advirtió la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), al presentar un informe que expone el impacto simultáneo de factores económicos, demográficos y comerciales a días de la temporada navideña.

Uno de los puntos centrales es el retroceso sostenido en la población infantil. Desde 2015, la tasa de fecundidad cayó un 42%, lo que redujo la demanda estructural de juguetes, mientras que los dispositivos digitales ganaron terreno y modificaron los hábitos de juego.

A esto se suma la preocupación por la seguridad. La Cámara alertó sobre la presencia creciente de juguetes importados que registran alertas en Estados Unidos y que ingresan al país a través de compras internacionales sin controles adecuados, en muchos casos con sustancias prohibidas o metales pesados.

La apertura comercial profundizó la presión. Entre enero y octubre de 2025, las importaciones crecieron 94% en volumen y alcanzaron los 17,5 millones de kilos, con China concentrando casi la totalidad del ingreso. El presidente de la CAIJ, Matías Furió, fue contundente: “Pasamos de 199 a 530 importadores en un año; es una avalancha sin precedentes”.

OTRAS NOTICIAS

Galoppo, firmaría hasta 2028 con una cláusula de millones de euros

Esa avalancha convive con otro problema: la competencia informal. El contrabando explica cerca del 30% del mercado, con casos insólitos como comercios que viajan cada quince días a zonas fronterizas para abastecerse, incluso con vehículos escolares adaptados.

En el plano productivo, la situación no ofrece alivio. “Seis de cada diez máquinas están paradas”, señaló Furió, quien recordó que la baja arancelaria no redujo los precios al consumidor y que muchas fábricas toman crédito solo para pagar sueldos. En paralelo, jugueterías históricas cerraron en Escobar, Quilmes y Trelew, golpeadas por la caída de ventas y el avance del canal online.

El consumo confirma el deterioro. El ticket promedio ronda los $35.000 y el 85% de las compras se financia con tarjeta, señal de un poder adquisitivo erosionado y de una búsqueda cada vez más marcada por los primeros precios.

OTRAS NOTICIAS

Dos montañistas fueron rescatados tras permanecer casi dos días extraviados

Frente a este panorama, la CAIJ planteó una batería de reclamos: mayor control en fronteras, trazabilidad obligatoria en plataformas online, fiscalización intensiva, regulación del ingreso de productos de bajo valor y condiciones equitativas para fabricantes e importadores formales. “El mercado está saturado y sin controles suficientes; el riesgo para la industria es enorme”, insistió Furió.

Con la temporada navideña como prueba inmediata, el sector espera una señal oficial que frene el deterioro y evite una ola de cierres en un rubro que emplea a miles de trabajadores en todo el país.